Foto: Reuters

Pese al descalabro, Philip Rivers aseguró que fue extraordinario jugar en la cancha del Estadio Azteca.

“Fue asombroso, el estadio (Azteca) es muy grande, había mucho entusiasmo. (…) Mi experiencia fue positiva. La gente fue maravillosa”, aseveró el veterano quarterback tras el partido.

Cuatro intercepciones, una en la serie final, determinaron el encuentro a favor de los Jefes, por lo que el mariscal consideró que ahora sólo queda seguir en la pelea.

“Tenemos que seguir luchando. Olvidarnos de nuestro récord; hemos estado en esta situación antes; sólo nos queda seguir luchando”, mencionó.

Por su parte, el entrenador en jefe Anthony Lynn se fue frustrado por la falta de contundencia de su equipo: “Tienes que convertir tus oportunidades, la defensiva jugó un buen partido, no lo concluimos”.

Acerca del desempeño de su mariscal, puntualizó en que cometió errores, pero es un veterano capaz de recuperarse.

En cuanto a qué tan díficil fue jugar en la Ciudad de México, expresó que “fue tan dificil tanto para ellos como nosotros, fue una gran experiencia, mucho ruido”. Finalizó: “tenemos que ser mejores para el próximo partido.

Los Ángeles descansarán en la semana 12 y volveran al emparrillado en un par de semanas, cuando viajen a Denver para medirse a los Broncos. /Marco Montoya