EL experimentado arquero del Pachuca y buen amigo de ESTO, Óscar Pérez, vivió una tarde distinta el día de ayer. Visitó la concentración de los participantes del torneo de fuerzas básicas Sub-15 para ser entrevistado por los jóvenes que no dudaron un solo minuto para hacer “confesar” al portero sobre su historia profesional.
El “Conejo” lo contó casi todo. Se refirió a sus inicios y lo complicado que fue encontrar un lugar en el futbol:
“Estuve con un equipo a nivel club a los 14 años, Potros Marte, y no la pasamos muy bien. En Necaxa no me pude quedar, tampoco en Toluca, ahí me desanimé un poco pero nunca perdí la fe. Llegué finalmente a Cruz Azul donde tuve la oportunidad de quedarme”. El arquero también explicó que su imagen limpia después de 20 años de carrera se debe a que no le gustan del todo los reflectores y que prefiere el perfil bajo, aunque dentro del campo a diario intenta destacar. Platicó con simpatía que pese a que siempre quiso ser portero tuvo que intentar en otra posición alguna vez.
“Siempre fui portero. Era malo jugando arriba y casi no me metían. Siempre me impresionó poder lanzarme y atajar. Cuando llegué a los Potros vi que había dos porteros y pensé que no tendría lugar, así que en las pruebas dije que era lateral, después se lesionó un guardameta y me ofrecí, el entrenador estuvo a punto de darme las gracias como lateral así que me seguí en la meta y acabé jugando”.
Pérez se sinceró con uno de los momentos más difíciles de su carrera:
“En Cruz Azul debuté muy joven, a los 20, al siguiente año me dieron la oportunidad de ser titular. El equipo no andaba bien y tuve muchos errores, por ello trajeron a Norberto Scoponi que era extranjero y se quedó con el puesto. Mi familia me motivó y evitó que me desesperara porque hasta cinco años después volví a ser titular, en el Invierno de 1997 volví a ser indiscutible y fui campeón. Competí incluso con Jorge Campos y Nicolás Navarro, nada sencillo”.
Contó que fue una verdadera sorpresa su llamado a la Selección para el Mundial de Sudáfrica 2010:
“No me lo esperaba, llegó el llamado por parte de Javier Aguirre y comencé nuevamente con la Selección en un partido ante El Salvador. No estaba al 100, estaba lesionado y así jugué, caímos 2-1. Javier no me volvió a llamar. Hasta la lista previa aparecí en la lista otra vez, hubo mucha polémica. El “Vasco” habló con nosotros y nos aclaró en el Mundial que cualquiera de los tres podía jugar, Memo, Michel o yo, me apliqué a fondo para ganarme un puesto. Al final se dio la oportunidad. Lo hice con toda responsabilidad pesa a las críticas”.
Además comentó que el estratega que más ha influido en su carrera es Enrique Meza, a quien estima y admira profesional y personalmente. Detalló que en su mejor momento logró saltar 75 cm. y que atajar penales al portugués Figo fue toda una experiencia, un reto que se trazó para medirse con los mejores del mundo y del que salió bien librado.
Después de reconocer que siempre estudia a los delanteros antes de un encuentro, incluso mencionando que un jugador como Alfredo Moreno sabe tirar de cualquier parte del campo, manifestó cuál es la cancha más complicada en la que ha jugado:
“La de Rosario Central, la gente me gritaba de todo, no pude calentar en la portería porque me advirtieron que podían aventarme cosas, lo hice en la media luna. Vibra la cancha porque la gente brinca. Fue una campo muy complicado pero avanzamos”.
Oscar Pérez fue invitado por la LIGA MX para charlar con los jóvenes en el torneo Sub-15 como parte de una idea de experiencia global para los jugadores, que lo mismo aprenden en la cancha que fuera de ella con historias de vida. El torneo concluirá el próximo sábado en el Estadio Azteca. (Fotos: Liga MX)