Foto: AFP

Monterrey lo hizo. El repunte de Rayados le dio para cerrar a tambor batiente el Apertura 2019, convertirse en uno de los ocho invitados a la Liguilla y de pasó, terminar con las ilusiones de Chivas, Pumas y Pachuca.

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La Pandilla ni siquiera se despeinó. Temprano en el encuentro se encontró con un doblete de Rogelio Funes Mori, quien se convirtió en el segundo mejor goleador histórico de los regiomontanos. 2-0 y directo a la fiesta.

Los albiazules ya conocen a su rival. Santos será su sinodal en los cuartos de final en una serie que desde este momento se antoja más que atractiva.

EL JUEGO

Con el destino en sus manos y la Liguilla al alcance de las mismas, Monterrey saltó a su cancha a hacerse del boleto a la fiesta grande de un solo golpe. Atlas sería el encargado de tratar de impedir el cometido, aunque al final servirían solamente de comparsa en el baile regiomontano.

No solamente La Pandilla tenía una cita importante en su casa. Rogelio Funes Mori tenía su compromiso particular con la historia y el argentino no faltó.

El Mellizo selló un doblete casi en un abrir y cerrar de ojos. Primero, fue inteligente con su movimiento dentro del área. Vio el desborde de Jesús Gallardo por izquierda, se ubicó dentro del área, logró aislarse de su marca y al venir la pelota metió un remate un tanto machucado, pero efectivo. ¡Gol de Monterrey!

Casi de inmediato, una pelota parada ejecutada por Dorlan Pabón llegó a segundo poste. Rogelio le ganó el salto a los zagueros atlistas y conectó con la cabeza para mandarla al fondo del arco de Vargas. Era el 2-0 y su gol 97 con la camiseta regiomontana; superó a Bahía y se convirtió en el segundo máximo goleador en la historia de Monterrey.

El aroma a goleada se percibía en el Gigante de Acero. Leandro Cufré no era ajeno a eso y decidió hacer un par de movimientos para ajustar a su escuadra que a todas luces era ampliamente superada.

No todo fue miel sobre hojuelas para Rayados. Antes del descanso vinieron las lesiones que forzaron a Mohamed a hacer cambios que no tenía contemplados, al menos no en ese momento.

Rogelio Funes Mori encendió primero las alarmas. Posteriormente lo hizo Miguel Layún. Monterrey perdía a dos titulares indiscutibles y por ahora es una incógnita si llegarán al primer encuentro de la Liguilla.

Para el complemento Rayados bajó la intensidad y se dedicaron a sobrellevar las acciones. La Academia no fue capaz de inquietar siquiera un poco a una Pandilla que se sabía ya en la siguiente ronda.

Listos los ocho invitados a la Fiesta Grande

Mauricio Cuero solamente evidenció su frustración con un manotazo en el rostro de Gallardo que lo hizo merecedor de la tarjeta roja.

Un nuevo torneo empieza ahora para Monterrey, seguramente nadie querrá enfrentarlo en la Liguilla. Que se cuide el líder general.