Los 49ers demostraron una vez más que están para cosas grandes. Esta vez lo hicieron ante uno de los mejores equipos de la Liga. San Francisco salió en plan grande y derrotó de manera contundente a los Empacadores por un irrefutable marcador de 8-37.

EL PARTIDO

Si algo tiene claro el equipo de la bahía es que si ha de ganar lo tendrá que hacer con sus mejores armas. Conscientes de eso, la defensiva salió dispuesta a anular los poderes de Aaron Rodgers y lo hizo a la perfección. Un balón suelto apenas en la primera serie ofensiva capitalizado por Tevin Coleman abrió la cuenta para los 49ers, y de ahí nunca más soltaron el control del partido.

Cuando las cosas funcionan, Jimmy Garoppolo, mariscal de campo de los 49ers, administra el juego como pocos. Sin la presión de ir al frente, el quarterback supo encontrar sus armas para progresivamente ampliar la ventaja. El regreso de George Kittle fue fundamental en el juego de los Niners. El ala cerrada recuperó el rol protagónico y finalizó como líder receptor, con 129 yardas y una anotación.

El receptor Deebo Samuel y el corredor Raheem Mostert también se hicieron presentes en la cuenta. El pateador Chase McLaughlin una vez más se mostró seguro para completar sus tres intentos. El más largo de 48 yardas, segundos antes del final de la primera mitad.

La noche soñada de los 49ers contrastó por completo con la pesadilla que le tocó vivir a Aaron Rodgers. Presionado en todo momento, el mariscal de campo de los Empacadores fue capturado en cinco ocasiones, y aunque no fue interceptado, regaló un balón suelto sumamente costoso. Rodgers finalizó el encuentro con tan solo 104 yardas y un pase de anotación a Davante Adams, al principio del tercer cuarto.

El touchdown de los Empacadores le dio esperanzas, sin embargo, el poderoso ataque de los 49ers se encargó de terminar con cualquier oportunidad. Al final, el contundente triunfo de San Francisco los deja con un registro de 10-1, marca que los coloca como el mejor equipo de la Conferencia Nacional. Green Bay, por su parte, quedó con 8-3, empatado con los Vikingos en la división Norte.