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Mira

28, noviembre 2019 - 17:02

┃ Rubén Beristáin

pizzuto

 

POR RUBÉN BERISTÁIN

Cruz Azul no pudo con el poderío mundial de Pachuca. Eugenio Pizzuto brilló, así como lo hizo en el pasado Mundial Sub-17 con la Selección Mexicana. Esta vez no fue en Brasil, su magia la regaló en la Noria y con un doblete puso a los Tuzos muy cerca de semifinales del Apertura 2019. Julio Pérez y Édgar Aguilar cerraron la cuenta. De último minuto, Rogelio Iturbe puso el descuento para La Máquina. 1-4 final. Muy tarde, pero otorgó una pequeña ilusión para el cotejo de vuelta. En la Bella Airosa se decidirá todo.

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EL JUEGO

La Noria se vistió de gala y recibió visita de lujo. Los Tuzos, dirigidos por Jan Westerhof, llegaron con Israel Luna, Eugenio Pizzuto y Bruce El-mesmari, lo que de inmediato los convirtió en auténticos favoritos para llevarse la contienda. Los subcampeones de la categoría en el Mundial de Brasil 2019 fueron titulares, mientras que Bryan González inició en el banquillo de suplentes. Cruz Azul con un plantel más modesto bajo el mando de José Antonio Castro intentaron dar una buena batalla.

Pachuca inició con el control de balón y con la convicción de llevarse ventaja a tierras hidalguenses. Muy al estilo holandés. Los azules se intimidaron ante la presencia de jugadores de talla mundial y pronto les cobró factura. Los de la Bella Airosa se adelantaron rápidamente gracias a la táctica fija. En un tiro de esquina, Pizzuto se adelantó a su marca y marcó el primero. ¡A lo campeón!

El ambiente fue totalmente azul. El “Vamos azules y el Azul, Azul” retumbó por todas las instalaciones y eso animó a los celestes.

La Máquina juvenil despertó de su letargo y vivió sus mejores momentos. Jorge García, con inclusión en el primer equipo , fue el más peligroso y en un par de ocasiones estuvo cerca de la igualada, sin embargo, careció de contundencia. Si no fue por las grandes intervenciones del portero Betuel Sánchez, fue por el mal tino con el que salió. La presión local siguió, pero nunca fructiferó.

La gran rivalidad entre cementeros y Tuzos originó un cotejo sucio y con una inmensa intensidad. En grandes lapsos se empañó por diversas faltas en todo el terreno hasta que el árbitro, abucheado en cada decisión, puso orden y regañó a los jóvenes.

En el complemento, Cruz Azul fue incisivo, no tenían de otra, el empate estaba obligado. El defensor Emiliano García tuvo la inmejorable oportunidad de hacerlo, sólo que su cabezazo pasó centímetros arriba del travesaño ante el lamento del Gringo Castro en zona de bancas. Tuzos aprovechó el descontento rival y en un contragolpe letal consiguió una pena máxima por una salida precipitada de Alfredo Cabañas.

Como un líder nato, Eugenio Pizzuto tomó el balón, lo besó y se perfiló. Así engañó al portero cementero y fue el doblete del capitán Tricolor. El 0-3 llegó casi de inmediato y Édgar Aguilar fue el protagonista, otra vez fue en jugada de tiro de esquina. La táctica fija fue la pesadilla azul y el cuarto llegó de la misma forma. Nunca aprendieron.

México, en el lugar 11 del ranking FIFA

De forma milagrosa, Rogelio Iturbe logró el descuento en una desatención tuza. Ahora en Pachuca buscarán un remontada histórica, aunque enfrente tendrán a los subcampeones mundiales.

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