Pese a que mantuvieron el invicto en casa, no lograron romper la maldición del super líder. Una vez más, el octavo lugar echó de la fiesta a temprana hora al primer puesto. Monterrey culminó la tarea en el TSM y accedieron a las semifinales del Apertura 2019.

Más allá de que Guillermo Almada mencionó a mitad de semana que no le temía a la supuesta tradición de los tropiezos, su equipo no logró pasar a la siguiente fase y remontar el encuentro. La serie no al perdieron en este encuentro, sino en lo que dejaron de hacer en el partido de ida, en el BBVA.

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La “maldición del superlíder’’ ha sido rota en siete ocasiones, por cuatro equipos distintos, pero los Guerreros no se pudieron sumar a la estadística. Aunque se trata sólo de una estadística, históricamente, los equipos que clasifican en la segunda posición han conquistado el campeonato el mayor número de ocasiones.

Por otra parte, los sublíderes se han llevado el trofeo de campeón 16 veces desde que se instauraron los torneos cortos. Después, los clubes que avanzaron en el tercer sitio obtuvieron el triunfo en la gran final en 11 temporadas.

Los clubes clasificados en quinto lugar y el octavo han logrado ganar la liguilla en cuatro ocasiones cada uno. El único que hasta ahora no ha podido ser campeón es el equipo que se coloca en el sexto puesto.

Curiosamente, en las últimas cuatro campañas el equipo superlíder ha perdido la gran final, Rayados, Toluca, Cruz Azul y León.

Almada y sus pupilos intentaron de todos los modos entrar al selecto grupo de cuatro equipos que ya vencieron los fantasmas del liderato, pero un Monterrey enrachado se les aparició y les arruinó la fiesta. ¿Realmente funciona ser líder? Sólo para el tema del cociente, ya que en la Liguilla, es poco el beneficio que reciben. Siempre brilla más el que llega en mejor momento, como le pasó a Mohamed y sus Rayados.