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Mira

29, diciembre 2019 - 21:29

┃ Javier Juárez

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De repartir fiambre, salchichas, pasteles de carne en Uruguay, a ser el amuleto del América. Federico Viñas, el niño que llegó a estar 15 kilos arriba de su peso recomendado, se convirtió en el arma inesperada de las Águilas en la fase crucial.

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Maraviñas‘ no vale los 6 millones de euros en los que está tasado Nicolás Castillo, él apenas ronda los 150 mil, pero su productividad es alta, supera fácil a la del andino y a la de Henry Martín. Con el delantero uruguayo, América se sacó la lotería.

Federico es el elemento más determinante de las Águilas en la Liguilla, con su tanto a Rayados llegó a tres. En cuartos, semifinales y final, él movió la red.

Viñas inició su cuenta personal el 1 de diciembre en el ´Volcán´, el charrúa inició una remontada que pocos esperaban. El de Federico fue el primer tanto de cuatro que marcó el América en la casa de Tigres, Guido Rodríguez, Giovani Dos Santos y Emanuel Aguilera lograron el resto.

En semifinales el 8 de diciembre, Viñas apareció de nuevo. El joven de 21 años logró el 2-0 contra Monarcas. Él y Renato Ibarra emparejaron el marcador global y las Águilas volaron a la final por su mejor posición en la tabla.
Veinte días después, casi en el 2020, con Nicolás Castillo y la ‘Bomba’ Martín en banca, Federico inició y volvió a ser determinante.

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El atacante con paso en las inferiores del Liverpool de su país, quitándose a Leonel Vangioni, marcó con la pierna izquierda el tanto que emparejó el global contra Rayados (2-2). El amuleto fue frotado y volvió a aparecer.
Viñas reparte, pero ya no comida, ahora alegrías.

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