El matador español Enrique Ponce, figura del toreo desde hace casi tres décadas, recibió a ESTO a su paso por tierras mexicanas. Antes de marcharse a torear en Sudamérica y de regresar a España para celebrar la llegada del Año Nuevo, al lado de su esposa Paloma y de sus hijas, se tomó el tiempo para enviar sus mejores deseos tanto para nuestros lectores, cuanto para quienes integramos el equipo de trabajo de esta casa editorial.

“En estas fechas os quiero mandar un saludo lleno de felicidad. Os deseo a todos los lectores del ESTO que lo paséis muy bien con vuestras familias pues se trata de un tiempo de alegría. También quiero mandaros mis deseos de paz y de amor para estos días. Que todos juntos podamos disfrutar de nuestros seres más queridos a lo largo de 2020, pues el deber máximo de los seres humanos es ser felices y por ello, os deseo que lo podáis cumplir cada día de estos doce meses que tenemos en puerta”.

Agregó: “Principalmente, hoy me quiero dirigir de nueva cuenta a los directivos de este importante medio de información y a todos los que trabajan en él; desde los reporteros y fotógrafos, hasta los que cada madrugada salen a venderlo y a colocarlo en los kioskos (puestos), pues sin su esfuerzo eso no sería posible. Deciros que a mí, me emociona mucho pasar por un lugar donde se vende los periódicos y encontrarme con las publicaciones que como el ESTO, continúan dedicando un amplio espacio a la cobertura de la Fiesta Brava”. “¡Gracias, Gracias! Os mando, de verdad todo mi agradecimiento por mantener viva esta tradición del toreo, pues reconozco lo difícil que se pone la situación debido a tantos detractores. Os invito a seguir trabajando y todavía más: a tener esfuerzos redoblados durante el 2020”.

Cabe destacar que 2019 fue un año particularmente duro para el torero nacido en Valencia, España, dado que debió superar una lesión que lo alejó de los ruedos por cinco meses, luego, su banderillero, con quien ha compartido su carrera taurina, por más de 20 años, el reconocido Manolo de la Viña, estuvo a punto de perder la vida en el ruedo de Zaragoza. No obstante, jamás perdió la fe y una vez más se convirtió en un ejemplo de vida a seguir. Por lo anterior afirmó: “Personalmente quiero dar gracias a Dios porque sigo en este mundo, con salud, con ilusión y con gran emoción por poder seguir toreando mejor cada día y porque mi familia me pueda seguir acompañando en este camino. Estas fechas están hechas para reflexionar y estar con la familia. Como muchos de ustedes, echaré en falta a los seres que ya no están con nosotros físicamente, pero a quienes seguimos llevando en nuestros corazones. Recordarlos con amor y mandarles bendiciones hasta dónde se encuentren. Y una vez más, os digo que reciban de mi parte, el sentimiento más bonito, junto con un besito enorme.”, concluyó el maestro Enrique Ponce.