POR JOSÉ LUIS CAMARILLO

Que se recuerde, nunca en el boxeo mexicano se había visto que un pugilista y su entrenador conquistaran en un mismo año los galardones respectivos de The Ring, que desde su fundación se conoció como la Biblia del Boxeo.

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Saúl “Canelo” Álvarez y Eddy Reynoso lo lograron en este agonizante calendario 2019, con el añadido de que el ídolo jalisciense también fue nominado para el galardón de Boxeador de la Década de esa prestigiosa publicación, junto a figuras como Floyd Mayweather, Manny Pacquiao, Andre Ward y Wladimir Klitschko.

Saúl y Eddy son muy jóvenes y desde ahora tienen asegurados sus respectivos pasaportes para el Salón de la Fama del Boxeo Internacional, en Canastota.

La conjunción de ideas entre el “Canelo” y su equipo nació desde que Rigoberto “Español” Álvarez, el primer púgil en la familia Álvarez Barragán, llevó a Saúl con Chepo Reynoso, papá de Eddy, y así comenzó en el gimnasio Julián Magdaleno, de Guadalajara, el aprendizaje que tiene al nacido en Juanacatlán, Jalisco, en lo más alto del firmamento boxístico.

La clave ha sido la dedicación y la disciplina de Álvarez, aunado a la obediencia a cada consejo en el gimnasio, y en su esquina, entre round y round, en sus combates.

Hoy, los campeones de las divisiones de peso medio, supermedio y semicompleto piden a gritos una pelea contra el “Canelo”, porque saben que ganarán sumas millonarias que de ninguna otra forma obtendrán.

La fe que Saúl Álvarez ha puesto en los Reynoso se combina con la lealtad hacia ellos, sobre todo porque considera a Eddy como su hermano mayor. Eddy y Saúl tienen la particularidad de confiar ciegamente uno al otro.

Chepo Reynoso adoptó como un hijo a Santos Saúl Álvarez Barragán desde que su hermano el “Español” lo puso en sus manos. El veterano maestro que complementaba el ingreso familiar con su oficio de carnicero, es el autor del mote “Canelo”, y explica que decidió llamarle así para terminar con otros apodos que los demás chicos le ponían por su cabello pelirrojo y sus pecas.

EL DATO

Saúl entró al libro Guinness al pelear junto a sus seis hermanos varones en una misma función, en junio de 2008 en el palenque de Zapopan, Jalisco.