Familiares y amigos de Walter Ormeño se reunieron en una funeraria al sur de la Ciudad de México para despedir a su querida “Pantera” de este plano. El director técnico peruano se fue con el mismo calor que ofreció en vida a los suyos. Al final, lo que siembras cosechas.

La capilla donde fue velado se abrió en punto de las 10 de la mañana, todos los cercanos comenzaron a arribar a la hora pactada, ahí compartieron anécdotas y recordaron todos los gratos momentos que a su lado vivieron.

Pocos hombres de futbol estuvieron presentes en la mañana, la mayoría visitó el lugar la noche del sábado.

José Luis de Sachi y el gran “Manolete” Hernández, quienes fueran sus compañeros en Atlante, no dudaron en acompañarlo.

“El fue mi entrenador en Atlante, me acuerdo que sí tenía su carácter, pero era una gran persona”, dijo a ESTO de Sachi.

Por la tarde se realizó una misa de cuerpo presente y posteriormente el cuerpo del occiso se incineró.

Walter Ormeño llegó a México en 1959 para defender los colores del América, Zacatepec, Atlante y Morelia, mientras que como director técnico estuvo en el banquillo de los Potros de Hierro, Atlético Español, Veracruz, León y Necaxa. Desde entonces vivió en suelo nacional, cuentan que la “Pantera” se sentía más mexicano que peruano.