Foto: AFP

Los 49ers volvieron a depositar sus esperanzas en la defensiva y un ataque terrestre imponente, y les funcionó, consiguiendo su pase a la final de la Conferencia Nacional.

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En San Francisco no necesitaron de Jimmy Garoppolo para debutar con un triunfo contundente en los playoffs, donde vencieron 27-10 a unos Vikingos de Minnesota que se quedaron muy lejos de protagonizar su segundo batacazo.

Fueron un total de 185 yardas por tierra y contuvieron a Dalvin Cook, con un Nick Bosa en modo Jugador Defensivo del Año. Los 49ers cumplieron con el pronóstico y la próxima semana regresarán al Levi’s Stadium con la mirada puesta en el Super Bowl LIV.

EL JUEGO

Kyle Shanahan ha entendido bien las fortalezas de su equipo y en base a ellas planteó una estrategia donde le dejó toda la responsabilidad a Kirk Cousins.

San Francisco se dedicó a detener el ataque terrestre de Minnesota, sacar de la contienda a Dalvin Cook, y con ello forzar el brazo del #8. Aunque en un principio Cousins respondió con una serie de 79 yardas que culminó en las manos de Stefon Diggs, no pudo mantener el ritmo y poco a poco su línea ofensiva fue cediendo terreno ante los frontales de casa.

Mientras el pasador “Vikingo” se quedó sin respuestas, los corredores de 49ers fueron moviendo las cadenas una y otra vez. Tevin Coleman llegó a la zona prometida en dos ocasiones, incluida una serie en el complemento donde solamente se dedicaron a correr, sin ningún pase de Garoppolo de por medio.

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El juego se había ido a dos posesiones y la eliminación de Minnesota era evidente. Cualquier intento de reacción se fue acabando en las manos del estelar Nick Bosa. El apoyador novato tuvo dos capturas de quarterback, además de presionarlo de manera constante durante toda la contienda.