Los 49ers apelaron a sus fortalezas en el momento más importante para quedarse con el boleto de la Conferencia Nacional al Super Bowl LIV.

Una defensiva imponente y sobre todo un juego terrestre de miedo, bastaron para que San Francisco superara cómodamente 37-20 a unos Empacadores de Green Bay que repitieron los mismos errores que realizaron en su duelo de temporada regular.

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Ahora en la final de la NFC se agigantó la figura de un Raheem Mostert que enloqueció el Levi’s Stadium cada vez que tomó el ovoide, incluyendo cuatro corridas a la zona prometida. Siete años después los 49ers vuelven al juego por el título y lo harán ante los Jefes de Kansas City, intentando empatar a Pittsburgh y Nueva Inglaterra como las franquicias más ganadoras en la historia de la NFL.

EL JUEGO

Kyle Shanahan no se puso a experimentar en el partido más importante de su carrera.

Las dudas que le genera el brazo de Jimmy Garoppolo son compensadas con el oportunismo de su defensiva y la versatilidad que tienen en el ‘backfield’. Matt Breida, Tevin Coleman y Mostert encontraron la forma de ir castigando a los frontales rivales, y ese es justamente uno de los puntos débiles de Green Bay.

Las órdenes eran claras. Correr, correr y correr. Aunque Coleman salió lesionado en la primera mitad, Mostert cargó con el ataque con 29 acarreos, 220 yardas y cuatro TD. Jamás le encontraron el modo #31.

San Francisco anotó 27 puntos sin respuesta en la primera mitad, limitando a un Aaron Rodgers que era incapaz de poner a su equipo en posición de registrarse en el marcador. El estelar QB visitante fue interceptado en una oportunidad y perdió el ovoide tras un mal centro, prácticamente decretando el futuro de su equipo.

En el complemento los pupilos de Matt LaFleur salieron con otra actitud, pero ya fue demasiado tarde. Rodgers consiguió dos envíos a la zona prometida y Aaron Jones corrió hasta las diagonales en una oportunidad, aunque su defensiva siguió sin frenar al ataque de casa que no necesitó de una buena versión de Garoppolo para instalarse en el juego por el título de la NFL. El pronóstico se cumplió en la Nacional.