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Mira

24, enero 2020 - 0:09

┃ Rubén Beristáin

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FOTOS: LUIS GARDUÑO

Luis Romo cumplió un sueño a los 14 años. A temprana edad llegó a La Noria con Cruz Azul, su equipo favorito en aquella época y con la firme ilusión de iniciar su carrera como futbolista en el club que apoyaba por televisión. A pesar de que era inexperto, mostró su capacidad dentro del terreno de juego, convenció y logró portar la casaca cementera en un partido de la categoría Sub-15 ante Jaguares de Chiapas. El estratega Ramón Villa Hernández le dio la oportunidad, sólo fueron diez minutos del dorsal 232, pero es un recuerdo que continúa en la mente del jugador por lo difícil que fue lograrlo.

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“Fue un sueño cumplido. Para cualquier futbolista amateur, llegar a un equipo profesional es muy importante y más llegar a Cruz Azul, como niño lo veía como un equipo muy grande, fue una emoción enorme”, expresó con singular alegría al hablar de su pasado con el Diario de los Deportistas.

Las circunstancias y, sobre todo, su hermano mayor lo hicieron cambiar de pasión, la cual pasó de azul celeste a un tono albiazul con poder queretano, justo el lugar donde su hermano Javier Darío Romo buscaba su oportunidad en primera división.

“Yo lo escogí, fui aficionado de La Máquina mucho tiempo cuando era niño, luego cambié de equipo porque mi hermano se fue a jugar a otro, pero de niño era muy fan y por eso lo escogí”, aseveró con el recuerdo muy presente.

Es cierto, su paso en los rumbos de Xochimilco fue efímero y culminó más pronto de lo esperado. El jugador, ya más maduro, confesó que le dolió partir rumbo a los Gallos Blancos, a pesar de que contaría con el apoyo de su más grande ejemplo a seguir. Él quiso seguir, pero tuvo que salir de forma prematura con la triste amargura de no trascender. “Nunca logré adaptarme, no logré despegar y no fui un jugador diferente, eso me cerró las puertas, por eso salí de acá. Me dolió muchísimo dejar a la institución a mi corta edad”, indicó con cierta nostalgia. “En esa época recuerdo a Kevyn Montaño, Rosario Cota y Víctor Zúñiga, con ellos tres conviví un poco y fueron los que lograron llegar a primera división”, conmemoró con envidia de la buena, aunque esta tripleta de jugadores ahora está registrada con la filial cementera de Hidalgo. Romo sí los superó.

Chicharito, en un nuevo camino

Ahora, casi nueve años después de aquel acontecimiento, cumplió un anhelo más y espera cambiar lo vivido anteriormente por algo mucho más agradable. “La verdad sí me fui con una espina muy clavada y con el sueño de un día volver acá, afortunadamente ya se me cumplió y voy a dar todo para triunfar“, expresó con el escudo bien puesto de aquel equipo que un día lo apasionó y, a su vez, le abrió las puertas del profesionalismo.