La irrupción de Patrick Mahomes en la NFL fue poderosa. Luego de un año como suplente de Alex Smith, el mariscal de campo maravilló al mundo entero en el 2018 con su poderoso y certero brazo. Consciente de que lo alta que había quedado la vara, el quarterback demostró esta temporada que su gran nivel no fue obra de la casualidad, y que tiene todas las credenciales para confirmarse como la nueva cara de la NFL.

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Con apenas 24 años Mahomes jugará su primer Super Bowl, ya la temporada anterior se había quedado cerca, pero los Patriotas de Belichick y Brady se metieron en su camino. En medio de los agitados días previos al gran partido, el mariscal de campo hizo una retrospectiva sobre el ascenso meteórico en su carrera y lo que representa el haber llegado a una franquicia como Kansas City y la influencia del experimentado coach Andy Reid en ese desarrollo.

“Tener un entrenador como Reid y a los otros entrenadores a mi alrededor, a Alex Smith por un año y poder aprender de él, y obviamente tener a todos los jugadores que tengo a mi alrededor; llegué cuando el equipo ya era uno ganador. Creo que terminé en el lugar correcto”, comentó Mahomes.

Mahomes ha sido determinante en el buen accionar de los Jefes. Con ocho pases de anotación en la postemporada y un rating de 127.5, el quarterback parece haber recuperado su mejor versión, aún así, prefiere dar mérito al trabajo en equipo, quienes son finalmente los que abren las oportunidades para que los mariscales de campo puedan buscar las jugadas grandes.

“Estar en la organización correcta con los entrenadores correctos, los compañeros correctos. No es sobre el mariscal de campo. Es sobre el equipo y cómo sales y juegas como equipo. Así que creo que, con ambos, él (Garoppolo) y yo, nos han puesto en grandes situaciones y hemos tratado de maximizarlo cada día que tuvimos la oportunidad. Jimmy diría lo mismo”.

Con tres años en la institución, Mahomes ha sido tajante al asegurar que quiere pasar el resto de su carrera en los Jefes. Un nuevo contrato se acerca y se especula con una suma que rondaría los 200 millones de dólares, aunque en múltiples ocasiones el mariscal ha dicho que son otros factores los que lo han enamorado de una ciudad que busca su primer Super Bowl en 50 años.

“Espero seguir por el resto de mi carrera ahí. Me refiero, como las personas te aceptan y como les importas más tú como persona que como jugador, y cuanta pasión tiene para los Kansas City Chiefs, es especial y es un lugar en el que me gustaría estar por el resto de mi carrera”.