POR YAEL RUEDA

Las emociones estuvieron a flor de piel en la Basílica de Guadalupe. La familia Triple A se reunió para recordar y honrar la memoria de Jesús Escoboza “La Parka” con una misa en el emblemático recinto.

Una foto de gran tamaño adornó el lugar con sus hermosas flores naranjas y amarillas. La imagen de La Parka es justo la que se recuerda, con una sonrisa que apenas se miraba debajo de la ‘tapa’, la pose era la tradicional, la que le gustaba: Chuy con los brazos cruzados.

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La promesa que sus compañeros hicieron a Chuy, inevitablemente se rompió. Él no quería ver caras largas ni lágrimas, las hubo no solamente de tristeza, también de alegría porque los recuerdos, consejos y anécdotas llegaron a la memoria.

Chessman, Psycho Clown, Monsther Clown, Murder Clown, Abismo Negro Jr., Parka Negra, Faby Apache y muchos más luchadores se hicieron presentes, todos encabezados por los altos mandos de la empresa, Marisela Peña y Dorian Roldán.

Todos vivieron diversas anécdotas con él, pero todos coincidieron en algo: las giras ya no son ni serán lo mismo sin su presencia, sin las bromas y la alegría que su ser emanaba. A pesar de todo, la familia del gladiador ahí estuvo, luchadores, directivos, aficionados, todos unidos como solía gustarle. El corazón y compañerismo de La Parka fue tan grande que, sin estar en el plano terrenal pudo volver a juntarlos a todos.

“Me reúno de nuevo con ustedes, quisiéramos hacerlo siempre en momentos de gozo, pero la vida nos convoca y nos sentimos más familia cuando nos unimos en momentos de perdida como lo es la ausencia de nuestra querida Parka, dijo el párroco.

“Pensemos en el corazón de la Parka, ustedes son los principales testigos de decir que sembró dios en su corazón y qué dio frutos”, agregó durante la ceremonia religiosa.

El templo de la delegación Gustavo A. Madero se llenó de la magia que solamente la lucha libre suele dar. Las máscaras estuvieron a la orden del día, no solamente de gladiadores, sino de todos los aficionados que extrañarán al carismático y huesudo personaje.

La mayoría de los presentes eran niños, esos que tanto reían y seguro reirán de por vida con las ocurrencias del estandarte de la Triple A. Todos los pequeños acudieron con pequeñas fotos, muñecos, máscaras, playeras, incluso mantas alusivas al gladiador.