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9, enero 2015 - 13:20

┃ ESTO

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POR MIGUEL ÁNGEL GARCÍA

EL médico militar, Rafael Vázquez Bayod, especialista traumatólogo, jefe de los servicios médicos de la Plaza México, a lo largo de sus años en el coso capitalino ha atendido 136 cornados, mismo que ha operado, bajo un esquema del cual es pionero en el manejo prehospitalario. Para seguir con los protocolos de manejo quirúrgico, herida, trayectorias, contaminación y la transmisión de la energía, o sea, la contusión. Hay casos en que todavía algúnos médicos abren la trayectoria de las cornadas; en el caso del Bayod jamás ha abierto una herida, sino que por las entradas de la cornada lava, irriga con suero para revitalizar los tejidos. Con Rafael Vázquez se terminó aquella frase: ‘primero la cornada y luego la del cirujano’.

“Cuando llegué al servicio de la Plaza México en la puerta decía ‘enfermería’ y desde el punto de vista del manejo de trauma no es el nombre adecuado. Ahora dice, Unidad de Trauma. Este tipo de unidades está preparada para recibir de uno a múltiples lesionados, dependiendo de la magnitud del percance se aplica un protocolo definido”, indicó el destacado médico en entrevista para ESTO.

Aquella tarde en que se registraron más de siete heridos en la plaza de toros México, entre ellos la matadora Karla de los Ángeles y el reconocido “Gamusa”, nos platica el galeno que algo similar fue lo sucedido el día que saltó al tendido el toro Pajarito, de la ganadería de Cuatro Caminos, ante el cual de igual manera se aplicaron cientos protocolos.

“Existe el antecedente del día que voló Pajarito, que fue un acontecimiento similar. El hecho es que, dentro del manejo de trauma existen varios protocolos, generalmente trabajamos con el protocolo de urgencias, que es cuando existen uno o dos lesionados; luego hay protocolos de emergencias, que conlleva más de tres lesionados y el tercero, de desastre, que es una situación multitudinaria. En el caso de los últimos percances aplicamos el protocolo de emergencias, que en una unidad de trauma como lo es en la Plaza México, que está formada por tres cubículos: el número 1 es para lesionados leves, que no deben distraer médicamente, tanto al personal como a los recursos; el 2 es para atención de lesionados que sí ameritan atención médica y pueden ser evacuados también de manera rápida. Y el 3 es para atención de lesionados graves. En este caso, los cornados”, explicó.

“Es interesante el triage que se hace (selección de los pacientes) estoy entrenado para atender pacientes múltiples y según su gravedad es como los vas atendiendo, de esta forma los estabilizas y los vas evacuando al hospital. El día de los múltiples heridos funcionó muy bien el triage, los pacientes que no eran graves se evacuaron rápido, los otros se estabilizaron y se evacuaron al hospital de manera oportuna a los más graves. Y de inmediato mandé dos médicos de urgencias al hospital para que recibieran a los heridos y coordinaran el manejo en el quirófano”, comentó.

En este caso el equipo de médicos del doctor Rafael Vázquez Bayod, para ese día, estaba compuesto por cinco elementos.

“Al mismo tiempo se coordina con otros especialistas que se puedan requerir, en este caso me puse en contacto con un cirujano general, al igual que con un coloproctólogo, ya que el caso de ‘Gamusa’ se veía muy serio, podía tener una lesión de colon y éstas son gravísimas. También se coordinó a un neurólogo y al maxilofacial”, añadió.

-¿Qué tan impactante resulta este tipo de situaciones para un médico con sus experiencias?

“Este tipo de situaciones no me extrañan, no me espantan, al contrario, estoy preparado para eso. Te puedo decir que en mi preparación militar soy pionero en México en el curso de la TLC, el manejo basado en el trauma que en la actualidad lo exigen todos los hospitales para todos aquellos que van a manejar trauma. Tres médicos militares fuimos los pioneros en México y posteriormente iniciamos dando este curso en México, fue una labor titánica, ya que en la actualidad hay 48 mil médicos con este curso y eso estandariza el manejo de trauma en este país. Y México es el país de habla hispana que mejor ordenamiento tiene en el manejo de trauma, gracias al curso del que fui pionero. Esto del manejo avanzado de trauma TLC lo tienen en todos los estados instituciones publicas y privadas, fue un gran éxito en México”.

Y agrega: “Cuando llegué a la plaza México me llevé un paramédico, también militar y es una persona especializada en dar cursos y adiestrador en el manejo de trauma. Ideé como sacar un herido del ruedo y para eso lo ideal son los monosabios”, subrayó.

“Cuando tomé la dirección del servicio médico de la Plaza México y la Unión de Matadores, lo primero que hice fue instituir el manejo prehospitalario, cosa que me valió tener enemigos de mis anteriores colegas que no lo aceptaban. Pero era un gran avance el manejo prehospitalario, instruimos a los monosabios para cuando tienen el primer contacto, e instituí paramédicos en el callejón, para de manera coordinada con los monosabios trasladar cuidadosamente a los heridos. Dentro de la instrucción que se hizo con los monosabios se establecieron los Diez Mandamientos del Monosabio, una guía práctica para el manejo de los heridos”, expresó.

“En la enfermería de la Plaza México operamos cosas no graves, cirugías de salvamento y cirugías medianas. Las importantes se hacen en el hospital, porque está demostrado que sí se opera en el lugar de los hechos no se tiene todos los recursos. Una norma es: no operes en el lugar de los hechos, sino donde están todos los recursos y pacientes estabilizados, ¿cómo es que se va a operar cuando no se sabe estabilizar? Es muy riesgoso”, destacó.

Este modelo de la Plaza México, nos indica el doctor Bayod, se lleva a cabo en algunas plazas de la República Mexicana.

“Se dieron más de 40 cursos en diferentes cosos de la república. Donde hay médicos jóvenes lo entienden y lo aplican, donde hay médicos con otra preparación son renuentes a aplicarlo. La ciencia se va imponiendo, ahora es más fácil. Actualmente este modelo se aplica en Guadalajara, Aguascalientes, Monterrey, en las principales plazas ya tiene médicos con el curso del TLC, es importante tener una preparación uniforme en las plazas”, comentó Vázquez Bayod, fundador de la Asociación Mexicana de Traumatología Taurina, incluyendo dos capítulos, manejo prehospitalario y manejo quirúrgico, donde se han logrado avances grandes.

Un domingo después de aquellos hechos sangrientos, la afición de la Plaza México reconoció al doctor y su equipo médico con una salida al tercio tras el paseíllo de los matadores actuates.

“No tenía la intención de salir al tercio, pero la petición se hizo muy fuerte; me mantuve hasta el último. Los compañeros y la misma empresa me invitaron a salir. Pienso que el reconocimiento es para todo el equipo, pues cada uno tuvo sus funciones, todos trabajamos de maravilla, pues estamos preparados para esto”, concluyó.

La historia de la fiesta brava no se puede escribir sin el nombre de Rafael Vázquez Bayod, un hombre ejemplar que ha salvado muchas vidas, muchos toreros. Un médico con toda la autoridad en su gremio y con todos los méritos suficientes para ser llamado Ángel de la Guarda. Honor a quien honor merece. Y un gran reconocimiento para este héroe verdadero.

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