Los Gallos Blancos picotearon con fuerza y apagaron a un débil Rayo.

Ariel Nahuelpán continua en gran nivel y con un doblete, más el tanto de Jaime Gómez, fue suficiente para sumar tres unidades en patio ajeno. Daniel Álvarez y Maximiliano Salas descontaron, pero fue insuficiente. 2-3 final.

Necaxa ya no vislumbra en el estadio Victoria y sumó su cuarta derrota consecutiva como local, mientras los queretanos son cuarto general y continúan con su canto dominante.

EL JUEGO

Necaxa sorprendió de inicio y realizó un debut en la portería. Yosgart Gutiérrez, víctima de sus errores, fue enviado al banquillo de suplentes y en su lugar estuvo Ángel Alonzo, con apenas 20 años recién cumplidos. La inexperiencia del joven le cobró factura apenas a los dos minutos de juego, tiempo que duró imbatible en primera división.

La visita inició de forma vertiginosa. Lucumí hizo suyo el sector derecho y así inició la jugada. El madruguete lo facturó Jaime Gómez con una impecable jugada individual, que terminó en la red, ante la complicidad del joven cancerbero.

Los abucheos fueron sonoros en el estadio Victoria. Necaxa reaccionó, pero como de Rayo, los Gallos Blancos les quitaron toda esperanza.

La contundencia y porte de Ariel Nahuelpán fue mucha pieza para Alonzo. El atacante visitante lo probó de lejos y el resultado hasta pareció obvio. La zaga necaxista lo descuidó y no falló. Joya de gol marcado por el argentino, quien ya se acostumbró a romper la red de la forma más bella.

Los queretanos pasearon a los hidrocálidos en su territorio. Los locales no se encontraron, lucieron inoperantes y cedieron la iniciativa. Entre el caos que mostraron, llegó el tercero en su contra. Nahuelpán marcó su doblete, el gallo festejó, sólo que el VAR apagó de golpe la sonrisa del naturalizado mexicano.

Tal fue la facilidad con la que controlaron el partido, que los emplumados se relajaron y pensaron que la victoria estaba concretada. Grave error cometido, ya que, en la última jugada del primer tiempo, los Rayos electrocutaron la confianza de su rival. Daniel Álvarez lo aprovechó y descontó con un poema. El Fideo se metió entre varios rivales, dejó tumbados a cuatro defensores, vio el espacio y la clavó a la perfección. La ilusión rojiblanca renació, sin embargo, en el complemento llegó lo inevitable.

Nahuelpán tardó 17 segundos para culminar con la esperanza de los locales. Así de rápido, el ariete marcó su quinto tanto del torneo para llegar a la cima de la tabla de goleo.

El duelo se volvió soso. Cerca de finalizar, el videoarbitraje le dio una chispa de esperanza a Necaxa y Maximiliano Salas concretó desde los once pasos, pero no hubo tiempo para más.