POR HORACIO SOTO CASTRO
INDEPENDIENTEMENTE de la preparación habitual en su carrera, el matador de toros aguascalentense Juan Pablo Sánchez, tendrá un entrenamiento especial para su reaparición en la Plaza México el próximo 18 en que será testigo de la confirmación de alternativa de su tocayo Llaguno, que se la otorgará el valenciano Enrique Ponce.
Confirmado su regreso a la México se hizo un plan de entrenamiento y además de las vaquillas que toreará, matará una docena de toros, pues su punto débil es la suerte suprema a la que le pondrá mayor atención, pues su temple que es su arma principal está más lento que un caracol.
Ayer en la tarde iba llegando a la ganadería tlaxcalteca de La Soledad donde además de las becerras que se iban a tentar y las iba a torear Juan Pablo, habían entorilado un toro, ya cuajado, para lidiarlo y matarlo que será el primero de la docena que le están esperando.
A manera de saludo a través del móvil Juan Pablo expresó: “es un cartel muy bonito, que me gusta y que me ha ilusionado sobremanera. Pues estando ahí el maestro Enrique Ponce ya es toda una garantía y ser testigo de la confirmación de Juan Pablo Llaguno, me da mucho gusto de poder ser testigo de un nuevo matador”.
Aclaró que no estuvo en la primera parte de la campaña porque se había llegado a un arreglo con la empresa, pero finalmente se logró y ya está puesto para ratificar lo que ha hecho en el coso capitalino.
Juan Pablo Sánchez llegará con redoblados bríos en esta que será su octava corrida en la Plaza México en que “he estado bien toreando, pero mal con la espada y solamente he cortado dos orejas. Tampoco he tenido suerte con los toros y el último fue un toro que se echó en el ruedo y hubo necesidad de apuntillarlo ahí”.
Consideró Juan Pablo Sánchez que esa corrida la califica como una oportunidad que no hay que desaprovechar, por estar al lado del maestro Enrique Ponce “Y espero ratificar las muchas cosas buenas que he realizado. el temple lo mantengo firme, pero muy despacioso”.
Juan Pablo tiene anotadas 25 corridas en que actuó el año pasado con buen número de apéndices y dos cornadas que lo trajeron a mal traer. La mala suerte se estaba cebando en él. Fueron seguidas y por pequeños problemas regresó a los quirófanos, por lo que perdió unas cuatro corridas en su calendario. Pero superó bien esos malos momentos y ya está listo para retomar su sitio.
El diestro aguascalentense que ha patentado el temple, de más lentitud que se ha realizado, manifestó estar contento con lo que ha realizado y por supuesto superar todo.
Después de su retorno a la Plaza México tiene para el 25 en la fria de León, el 15 de febrero viajará a Venezuela para torear en Mérida en la feria de El Sol; el 17 en Autlán de la Grana y el 1 de marzo en el Nuevo Progreso, de Guadalajara.
Juan Pablo Sánchez prácticamente ya es una novedad en la Plaza México y lo irán a ver con bastante interés.