POR BRIAN SALES

A Pumas se le puso el semáforo en rojo. Morelia, quien hasta el inicio del partido ocupaba la parte baja de la tabla, se metió al Olímpico Universitario y superó en todas sus líneas a los felinos. Para Míchel González, fue un jalón de orejas que llegó en buen momento, luego de que todos los pintaron como el mejor equipo del torneo.

RECIBE EN TU CORREO LAS MEJORES NOTICIAS DEPORTIVAS, SUSCRÍBETE AQUÍ
“Es una derrota que nos coloca en nuestro sitio. Había un exceso de elogios alrededor del equipo. Cuando uno consigue ganar y pierde un partido, más allá de la racha, nos sentimos mal. Teníamos esperanzas de seguir sumando y ganando, pero para eso necesitamos la intensidad de todas las jornadas. El campeonato es muy igualado”, comentó.
Ya en un análisis del juego, Míchel reconoció que no tuvieron mal primer tiempo, pero aceptó que dejaron de hacer demasiadas cosas y Morelia lo aprovechó. En la parte complementaria, Pumas no tuvo reacción y fue cuando los purépechas vinieron de menos a más.
“Entramos bien al partido. Tuvimos una media hora muy buena. Marcamos un gol y tuvimos alguna opción para ampliar la diferencia. Dejamos tomar el mando a Morelia. No podemos depender de los demás. Siempre tenemos que buscar las carencias y errores del rival. En este partido lo hicimos en menor medida. En la segunda parte entramos mal”, dijo.
El técnico español hizo énfasis y pidió no confundir las cosas. No perdieron porque se habló bien de ellos, sino por una serie de factores que, sumados, los llevaron a ceder el liderato de la competencia y el invicto.
“No busquemos en el exceso de elogios para pensar que ganamos o perdimos. Un equipo como el nuestro no se puede detener ni en la victoria ni en la derrota. Sabíamos que no tendríamos el invicto las 17 fechas. Hay que sumar y trabajar como grupo. No somos los mejores, pero tampoco los peores. Ojalá que hubiésemos ganado, pero no se pudo dar”, mencionó.
Míchel destacó que espera que perder ante Morelia los impulse para lo que viene, sobre todo porque enfrentarán la parte más complicada del calendario en las próximas tres semanas.

Corona se reconcilió con la afición azul
“No creo que haya sido un exceso de confianza. Es algo que puede pasar. Hicieron un gran esfuerzo y habíamos jugado a gran nivel. Si la derrota nos sirve para impulsarnos, bienvenida sea. Si no, es que no somos capaces de mantener el ritmo. No podemos bajar el esfuerzo ni la concentración”, culminó.