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Mira

28, febrero 2020 - 17:20

┃ Héctor Reyes

Aremi Fuentes

La seleccionada nacional de levantamiento de pesas Aremi Fuentes, como nunca antes en su vida, sintió que moría en diciembre pasado y ahora por las características de la enfermedad cree que padeció el coronavirus, pero como no se conocía la enfermedad y tampoco le hicieron análisis siguió el tratamiento para una afección de vías respiratorias.

Aremi Fuentes, junto con otros integrantes de la selección, tuvo una concentración en China de 20 días en la ciudad de Suzhou y luego se trasladó a Tianjin, sede de la Copa Mundial en la que participó el año pasado, del 10 al 13 de diciembre. De ahí viajaron en autobús a Beijing para abordar el avión que la regresaría a México dos días después.

“Me enfermé al regresar de China estuve 10 días, me dio una gripe, de hecho con los mismos síntomas del coronavirus, si me dio o no, ya no me va a volver a dar. Me puse muy mala, bajé mucho de peso, de hecho tuve que venir al Comité Olímpico a que me checaran porque me faltaba mucho el aire”, comentó la medallista de bronce del Campeonato Mundial de Tailandia.

“Fue en diciembre cuando la CONADE dio reconocimientos a los medallistas mundiales que estuve ahí presente y me puse muy mal. No me hice nada, porque pensamos que era un simple virus o una influenza, pero viendo los síntomas que me dio en ese entonces y ahora los síntomas del coronavirus eran los mismos”, comentó la halterista que sufrió fiebre muy alta de 40 grados que no le bajaba, tos y falta de aire.

“Nunca me había enfermado de esa manera, para ahora pienso y analizo que yo lo veía una simple tos, nunca me había de esa magnitud que me faltaba el aire, no podía respirar. Me sentía como un pez en el agua. Nunca me habían nebulizado, era la primera vez que nebulizar por las noches y por las mañanas”, relató Aremi, instalada en la habitación de un hotel de la Ciudad de México.

El vía crucis comenzó al abordar el avión, un viaje de Beijing – Washington – Ciudad de México, dos días en el que se sentía fatal, Así lo narra la promesa de medalla olímpica en Tokio 2020: “Yo me sentía muy bien, pero subiéndome al avión me la pasé llorando por el dolor de cabeza que tenía en todo el vuelo. Llegué a Washington y le hablé a mi médico en Baja California y me dijo que comprara un medicamento para la fiebre y para el dolor de cabeza, pero llegando a México me puse peor”.

En el hotel llamó habló a un médico de emergencia para que le administraran oxígeno porque no podía respirar, “no es que tuviera flemas es de que solamente se te cierran las vías respiratorias, no me explicaba por qué, entonces, si estuve muy mala”.

Aremi Fuentes tardó 10 días para sentirse un poco mejor, el 17 de diciembre y días posteriores se conoció la epidemia del nuevo coronavirus y las medidas que ha implementado China hasta el día de hoy, así como su propagación.