Ellas llevan los pantalones… también los guantes de box, los zapatos de futbol, el leotardo, el peto. Cualquier armadura. A la mujer mexicana le gusta el juego, sea a nivel profesional o amateur, ellas lo practican, lo ven y lo alientan.

Si a inicios del siglo anterior las mujeres no eran tomadas en cuenta en el deporte, cien años después, en 2019, Charlyn Corral, Katty Martínez, Mónica Vergara, María Fassi, Alexa Moreno, Mariana Juárez, Marisela Peña, Bibi Wetzel y Liliana Ibáñez aparecen en la revista Forbes como 9 de las 100 mujeres más influyentes en México. Entre empresarias, ejecutivas y políticas, ellas sobresalen por su actividad física.

Que 11 mil 355 mujeres, es decir el 30 por ciento de las y los participantes, corrieran el maratón de la CDMX del 2018, la cifra más alta de la historia en la capital, refleja ese deseo que tienen de competir. Cincuenta años atrás la alemana Kathrine Switzer rompe el molde y se convierte en la primera dama en participar en la prueba de los 42 kilómetros, en 1967, con su dorsal 261 en el pecho, corre la prueba en Boston en 4 horas con 20 minutos. Cómo han cambiado las cosas.

El termómetro olímpico es más revelador, 14 de las últimas 21 medallas, las han conseguido ellas. María del Rosario Espinoza, con su inseparable dobok blanco, tiene los tres metales, oro, plata y bronce. La diosa Nike mira con orgullo lo que hacen. El Olimpo les pertenece.

Mamás, hijas, estudiantes, atletas formidables. Es 8 de marzo, su día y ESTO las tiene presentes.