Todos los partidos de primera y segunda división de fútbol se jugarán el próximo fin de semana en Portugal a puerta cerrada, una decisión que busca cumplir con las recomendaciones del Gobierno para frenar el avance del coronavirus.

La decisión ha sido tomada por el grupo de emergencia creado por el presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol (FPF), Fernando Gomes, y llega apenas horas después de que el ministro de Interior luso recomendase cancelar los eventos con más de 5.000 personas al aire libre y con más de 1.000 a puerta cerrada.

Se ve así afectada de momento la jornada 25 de la Liga portuguesa, que arrancaba este viernes con el Braga-Portimonense y concluía el domingo con el Famalicão-Oporto.

También serán a puerta cerrada los encuentros de segunda división, que comienzan el viernes y acaban el lunes, día 16.

La decisión de jugar a puerta cerrada se conoce en el mismo día en que se ha pospuesto a septiembre la media maratón de Lisboa, que preveía reunir el próximo día 22 a unas 35.000 personas.