En muchos casos con demoras, el fútbol sudamericano reaccionó y quedó suspendido por la propagación del coronavirus en medio de un parate regional que alcanza también a Copa Libertadores y la clasificatoria a Catar-2022.

La decisión de la Conmebol de suspender hasta finales de marzo la Libertadores y aplazar el inicio de la eliminatoria al Mundial 2022, prevista para el 26 de marzo, y el súbito aumento de casos en la región, empujaron a algunas federaciones que habían quedado rezagadas en las medidas para enfrentar al covid-19 en sus áreas.

Chile, sumido en una convulsión social desde hace meses, suspendió este lunes la actividad del fútbol luego de haber sido el único país sudamericano que jugó con público el fin de semana, aunque con escasa asistencia.

La suspensión por 14 días se adoptó luego de que el gobierno de Sebastián Piñera decidió este lunes cerrar las fronteras ante el avance del covid-19, debido a la duplicación de casos en las últimas 24 horas, al pasar de 75 a 155 afectados.

. La Asociación de Futbol Argentino se convirtió en la última que también paró sus acciones

– Brasil, más vale tarde…-

Brasil, la otra potencia regional, recién este domingo anunció la suspensión de sus torneos por tiempo indeterminado, mientras que Uruguay lo hizo dos días antes y Chile y Bolivia solo este lunes.

La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) dijo que la suspensión es por tiempo indefinido y abarca todas las competiciones nacionales que ya se están disputando.

Otra duda abarca ahora al mundo del fútbol en Sudamérica: ¿se jugará la Copa América, que por primera vez organizan dos países, Argentina y Colombia, prevista del 12 de junio al 12 de julio?

Hasta ahora se han reportado 631 casos de coronavirus en los diez países que integran la Conmebol, de los cuales cuatro fallecidos (dos en Argentina y los otros dos en Ecuador).