En una firma que ya se veía venir, los Potros contrataron a Philip Rivers como su quarterback por un año y 25 millones de dólares.

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El veterano llega procedente de los Cargadores, donde pasó 16 temporadas y se convirtió prácticamente en el líder de todos los departamentos de un pasador en la franquicia. En Indianápolis se reencontrará con Nick Sirianni y el entrenador en jefe Frank Reich, con quienes trabajó en San Diego (hoy Los Ángeles).

El egresado de la Universidad de NC State lanzó para 59 mil 217 yardas, 397 pases de anotación y récord de 123 ganados y 101 perdidos con el conjunto de la AFC Oeste.

Rivers, de 38 años, llega a un equipo con una de las mejores líneas ofensivas, lo que le llega como anillo al dedo si se toma en cuenta su escasa movilidad detrás de la bolsa aunado a su veteranía.

Los Potros lo firmaron como una solución para el futuro inmediato de la franquicia; por lo que se sigue esperando que vayan por un quarterback en el próximo draft de abril.

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Tras el inesperado retiro de Andrew Luck, Indianápolis tuvo detrás del centro durante 2019 a Jacoby Brissett, quien en su momento llegó a tener récord de cinco ganados y dos perdidos; pero tras lesionarse bajó su nivel y el récord final del equino quedó en 7-9.