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11, enero 2015 - 22:03

┃ ESTO

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POR HORACIO SOTO CASTRO

ALFREDO Ríos “El Conde” pagó con una dramática cornada la sed de triunfo con que regresó a la Plaza México después de 8 años de ausencia, mientras que Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea”, saludó en el tercio en su primer toro, y Jorge Sotelo, quien confirmó su alternativa, se metió al callejón ante la humillante indiferencia del público que registró una buena entrada, en una tarde apacible con sol y sin viento que molestara a los alternantes, aunque al final se enfrió la noche.
Fue una tarde sin triunfos por la nula colaboración de los toros de La Estancia, que no hicieron honor a los nombres con que fueron bautizados de distinguidos ganaderos ya fallecidos.
Un encierro bien presentado, que acudió a los caballos y recargó de firme, pero que llegó con muchas complicaciones al tercio mortal. Toros descastados, desrazados e inciertos. Siendo los mejores los corridos en primero y sexto lugares, dejándose meter mano el tercero, mientras que el séptimo de La Punta, de regalo, cambió en su lidia desarrollando sentido y peligro.

“EL CONDE”
El diestro tapatío, con 21 años de alternativa, sacó a relucir su experiencia y echó mano de sus muchos recursos buscando el triunfo, pues tuvo una tarde muy torera, con oficio, sitio y en condiciones físicas inalterables, con la personalidad que siempre le caracterizó. Y sobre todo un valor acerado y a pesar de la cornada que sufrió tuvo el pundonor de irse a la enfermería hasta no matar al toro de La Punta. Fue una tremenda paliza la que recibió.
En su deseo de tener una reaparición exitosa regaló un toro y escogió a Consentido de La Punta, que al inicio de su faena de muleta lo hizo toreando por alto en pases con las zapatillas bien plantadas en la arena, pero en uno de ellos, el toro se quedó a media suerte, estiró la gaita y lo empitonó en forma espectacular, pasándoselo de un pitón a otro y de inmediato se pensó que llevaba una cornada grave y grande.
Lo atendieron los paramédicos, le pusieron una venda para que siguiera toreando y preliminarmente se le detectó una cornada en el tercio medio cara posterior del muslo izquierdo y posiblemente otra en el glúteo de ese lado. Los paramédicos dijeron que hubo un profundo sangrado.
Alfredo se hizo aplaudir en una larga afarolada y después en su toreo a la verónica. Chicuelinas andantes para llevar al toro al caballo y quitó por fregolinas bien trazadas. También cubrió el tercio de banderillas con más disposición que efectividad. Después llegaría el percance. Mal con la espada y escuchó un aviso. Se fue a la enfermería por su propio pie.
A su primero lo pasó de capa y cubrió el tercio de banderillas escuchando en el tercio las ovaciones que le tributaron. El toro fue un galimatías, pero le pudo sacar algunos pases por ambos lados poniendo sobre la arena su vasta experiencia. con ayudados en redondo. El toro se vino a menos echando la cabeza arriba, quedándose corto, gazapón y terminó toreando por la cara. Pasó fatigas para fijarlo y matarlo, pero dejó una estocada. Se retiró entre aplausos y pitos al toro.
En su segundo, bien lo veroniqueó y ejecutó con un vistoso quite de la serpentina. Alfredo también pasó fatigas para fijarlo en banderillas y le dieron muchos capotazos. El toro muy incierto, distraído y saliéndose de la suerte. Y toreó ejecutando el “unipase” con una actuación muy torera que se le reconoció. Pinchazo y estocada. Pitos al toro.

“EL CAPEA”
Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea” tuvo fuerte petición de oreja en su primero que no se concedió debido a lo defectuoso de la estocada, trasera y caída, pro lo hicieron salir al tercio para recibir una fuerte ovación. El diestro salmantino demostró sus significativos adelantos. Tuvo una destacada actuación y de constante fue ovacionado.
También se le ve con mucho sitio, oficio y valor. Se ve que ha afinado su toreo y sus pases preliminares fueron elegantes. En los ayudados se le vio el temple en muletazos largos y de una lentitud pasmosa. Algunos en redondo. El toro también cambió de lidia y se le revolvía pronto, pero lo aguantó y terminó con muletazos flexionando las rodillas que le aplaudieron.
Su segundo le tiraba derrotes con muy malas intenciones, pero “El Capea” ahí estuvo exponiendo y terminó lidiándolo. Mal a la hora de matar y escuchó un aviso.

SOTELO
Jorge Sotelo confirmó su alternativa con el toro 19, Pable, con 510 kilos, cárdeno claro bragado y delantero y vuelto. Dio la impresión que fue una alternativa ficticia a pesar de las muchas corridas que tiene anotadas. En ese toro y en su segundo se retiro ante la humillante indiferencia del público. Ya que el michoacano desperdició a sus dos toros. Desde luego él se vio muy eléctrico, sin clase, destemplado, sin mando y dando muchos trapazos en remedos de faenas con muchos enganchones en los pases.

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