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Mira

24, marzo 2020 - 12:17

┃ Ivonne Almaraz

FOTO: MARTÍN MONTIEL

Encontrar el camino al éxito no es nada sencillo. Hay que luchar, persistir y jamás darse por vencido ante cualquier obstáculo y eso lo sabe a la perfección Citlalli Valencia, la defensa de Puebla Femenil, quien se sinceró con el Diario de los Deportistas tras vivir dos duras etapas (Lobos BUAP y Veracruz) antes de llegar al cuadro camotero.

“En realidad no sé si es cuestión de suerte, cosas de las directivas o malas decisiones, pero afortunadamente hay puertas que se me abren, los caminos están ahí, es raro, pero para llegar a tus sueños siempre habrá tropiezos”, dice con nostalgia.

El escenario es perfecto. Sentada en el centro de la cancha del estadio Cuauhtémoc sonríe y asegura que llegar a la Franja fue de las mejores cosas que le pudieron pasar: “Me siento muy feliz, emocionada de ahora estar justo aquí hablando contigo y portando estos colores, porque sinceramente en algún momento me pasó por la cabeza dejar el futbol”, confiesa con la voz quebrada.

“Entiendo que no soy la única jugadora de la Liga que tuvo que vivir eso de estar en club y que desaparezca, irte a otro y lo mismo, pero hablo de mí y en la noche de repente si me llegaban esos cuestionamientos a mi cabeza de sí me estaba aferrando a algo que no, pero después vi los juegos y dije qué bonito, yo de verdad amo esto”, añade.

Apenas con 17 años, Valencia tiene duras anécdotas en el balompié, las cuales no dudó en compartir: “Es inexplicable, sentimientos que aún no logro entender, no sé qué he hecho mal o qué tengo para que me pasará esto”, resopla.

“En Lobos me dio mucha tristeza por el apego al equipo, el que desapareciera de la nada. Salió el comunicado del adiós  y cada quien tomó un camino aparte, para mí estuvo nostálgico, me dolió, me costó salir de eso pero dije; bueno es un trabajo y así es esto no podemos esperar que sea para siempre, mientras que en Veracruz era algo muy cantado, era cuestión de tiempo, todos hablaban por los problemas que tenía la institución con la Federación , así que era estar buscando desde antes un equipo para cuando se diera el campanazo”, menciona a ESTO.

Con los recuerdos, no se guarda nada y habla de lo que se rumoraba sobre las carencias que tenían con los Tiburones Rojos: “Algunas cosas eran ciertas, por ejemplo, eso de que no recibimos varios meses los pagos y cuando lo recibíamos era atrasado. Se metió una controversia por atraso de 3 meses y el dueño; Fidel Kuri se enteró así que nos pagó 2 semanas después de 1 mes. Las instalaciones no eran adecuadas, el trato que a veces daban tampoco. Lo que dijo Salcido era muy cierto, que no teníamos hidratación, era una botella muy pequeña, muchas de mis compañeras iban al entrenamiento en la tarde sin comer y era algo grave porque con el sol, sin agua y haciendo demasiado esfuerzo físico podía pasarles algo”, recalca.

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