El pasado 5 de diciembre, Alex Roudayna, mejor conocida como Chikorita hizo historia en ser la primera mujer en subir tres cúspides en menos de 24 horas.

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El desafío consistió en subir a la cima de los volcanes Pico de Orizaba, Iztaccíhuatl y el Nevado de Toluca, acompañada Marcos Ferro.

“Hicimos el ascenso el 5 de diciembre y terminamos en la madrugada del 6, empezamos en el Pico de Orizaba era hacer la cumbre y descenderlo, de ahí nos trasladamos al Iztaccíhuatl haciendo el mismo procedimiento, la parte del reto era trasladarnos al Nevado del Toluca a la Ciudad de México en hora pico para hacer cumbre y bajar, para que de esta forma poder cumplir el proyecto”.

Para poder lograr este reto, Chikorita y su equipo tuvieron que sortear varios obstáculos como el clima extremo, terrenos inhóspitos e incluso el tráfico de la Ciudad de México, algo que supieron lograr para completar la hazaña en 22:20 horas.

“Lo más difícil fueron los siete días previos al evento, teníamos que hacer la aclimatación y conocer la ruta que íbamos a seguir, fueron los días más difíciles, porque tiene la ansiedad y lo que quieres es ya salir, pero ya estando ahí dices ‘estoy haciendo lo que quiero’”.

ENTRENAMIENTO

La atleta de Red Bull tuvo que entrenar de manera distinta a la que está acostumbrada, para esta ocasión tuvo que habituar a su cuerpo a correr mañana, tarde y noche.

“Lo que intentaba hacer era que en lugar de hacer una corrida súper larga, era dividirla en tres para acostumbrar a que el cuerpo y era entrenar en las mañanas, estar lista otra vez en la tarde y estar nuevamente lista en la noche, la parte más complicada es que después de que tu cuerpo empieza a recuperarse y volverlo a detener y tener que estar listo para volver a seguir, pues mucho énfasis en enseñarle a mi cuerpo que sin importar mañana, tarde y noche que ya tenias la carga de la mañana y que en la tarde tenía que estar lista”.

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Representó un desafío inédito porque está acostumbrada a las grandes distancias, pero no a correr en montañas y enfrentarse tanto al terreno como a sus propios miedos.