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6, abril 2020 - 9:09

┃ Yael Rueda

La magnitud de la carrera que hicieron Hugo Sánchez y Rafael Márquez en Europa, muchas veces no es valorada, son genios incomprendidos, consideró Javier Hernández en entrevista con ESPN. El ariete consideró que no hay futbolista mexicano que se acerque a la trayectoria de ellos dos.

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“No sé cuántos años han pasado desde que Hugo se retiró, desde que Rafa Márquez lograra lo que ha logrado, creo que en México no se acerca, literal, ni al 50 por ciento de la magnitud que esos dos hicieron en la historia del futbol. No hay, en México no existen”, expresó el ariete del LA Galaxy.

El ariete aceptó que no era un jugador de grandes condiciones, mas apostó por la mentalidad para convertirse en uno de los mejores mexicanos de la historia.

“También te van a minimizar porque la gente quiere que te quites a 45 y metas un gol, de dotes futbolísticos había millones, pero de mentalidad no. Yo quería ser el mejor, estar en el Real Madrid, pude haber dicho que me quedaba en Guadalajara con mi familia y no atreverme, ahí sale la valentía”, aseveró.

“Soy muy valiente, muy temerario. Cuando se pone de la mano la valentía y la competitividad pasa esto, por eso llegue a esos méritos individuales, sin ser Zinedine Zidane o sin ser Rafael Márquez”, añadió.

Javier aceptó que el parón por el Covid-19 lo ha puesto a pensar en lo que pasará si el futbol se detiene mucho más tiempo.

“Pasando todo esto, también pensé qué pasa si ya no sigue el futbol. Si nos dicen que se para dos años, qué va a pasar con nosotros que estamos más grande. El mundo se paró en dos semanas, el deporte quedó a lado y eso te hace ponerte a pensar”, dijo.

Hernández recordó varios momentos de su carrera, especialmente cuando el Manchester United se acercó para ficharlo.

“‘Oye, que el Manchester United te quiere’, y yo a mi papá le decía ‘no manches jefe, me estás cotorreando. En la noche estaba jugando con ese club videojuegos y a los dos días me dices que ese club me quiere’. Yo le dije no es cierto jefe”, relató.

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“Él me da una tarjeta, de esas tarjetas que tienen un símbolo, un balón de los clubes más importantes del mundo, como que representan jugadores o que pueden llevar tu imagen. Me la da mi padre, está ese escudo. Cuando veo que mi padre va a empezar a llorar, dije ‘ah cabrón mi papá llorando’, me dice que gente de ese club quiere hablar contigo para saber si te quieres ir”, agregó.

Sobre su paso en el Sevilla, aceptó que llegó en un muy mal momento futbolístico.
“No era el momento, fue mi culpa, no de ellos”, cerró.

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