A lo largo de su historia, Veracruz tuvo capítulos muy amargos y escándalos que lamentablemente quedaron guardados en la memoria de muchos aficionados.

RECIBE EN TU CORREO LAS MEJORES NOTICIAS DEPORTIVAS, SUSCRÍBETE AQUÍ

Hoy en el que debería ser su 77 aniversario, recordamos algunos hechos que fueron negativos en esta plaza.

GOLPE A UN PERIODISTA
Una escena que nunca será olvidada en el futbol mexicano sucedió en el 2003. Cuauhtémoc Blanco y David Faitelson fueron los protagonistas, cuando el entonces jugador de los Tiburones Rojos, le propinó un golpe al comentarista deportivo en los túneles del estadio Luis Pirata Fuente.

KURI VS CODESAL
En el Clausura 2016, León le ganaba 1-3 a Veracruz. El dueño de los Tiburones, Fidel Kuri, encaró en uno de los palcos a Edgardo Codesal, quien era el Presidente de la Comisión de Árbitros en ese entonces, y le reclamó de forma excesiva un posible penalti sobre el jugador Daniel Villalva. El propietario de los jarochos amenazó con pegarle.

UN TLACUACHE EN EL PIRATA
Un hecho curioso y divertido fue el que pasó en el recinto Veracruzano en el Clausura 2019. Un pequeño tlacuache apareció en la grama del Pirata y fue víctima de todas las miradas en el duelo entre Veracruz y Puebla. El animal fue llamado jarochito.

VIOLENCIA EN GRADAS
Una de las escenas más lamentables en el futbol mexicano en épocas recientes. Era la jornada 7 del Clausura 2017 y los Tiburones Rojos recibieron la visita de Tigres. André-Pierre Gignac marcó una anotación y la fue a festejar con sus familiares, pero la afición escuala malinterpretó el gesto del francés, lo que dio paso a un enfrentamiento entre aficiones, donde hasta el Tuca Ferretti tuvo que intervenir para calmar los ánimos.

PROTESTA DE JUGADORES
Otra vez Veracruz y Tigres estuvieron involucrados. Los jugadores Jarochos protestaron la falta de pagos que sufrieron y decidieron no moverse durante cuatro minutos consecutivos. Su rival norteño se aprovechó de la situación y, tanto André-Pierre Gignac como Eduardo Vargas, convirtieron un gol cada uno, a pesar de que el plantel de los Tiburones quedó inmóvil, en un tiempo que pactaron y que al final no fue respetado.