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15, abril 2020 - 12:35

┃ Ivonne Almaraz

Daniela-Espinosa

Americanista de hueso colorado; así es Daniela Espinosa, la atacante de las Águilas que confesó su amor por dicho club, mismo que le ayudó a cumplir uno de sus más grandes sueños (jugar a nivel profesional).

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“Siempre le he ido al América, toda mi familia es americanista, así que cuando empezó todo lo de la Liga le dije a mi papá que primero debíamos ir ahí a tocar puertas ya si no había buena respuesta nos íbamos a buscar otro equipo”, recordó con ilusión.

“Entonces nos fuimos a la CDMX empecé con las visorias y después de unas semanas fue cuando anunciaron que Leonardo Cuéllar iba a ser el entrenador y eso me cayó como del cielo porque yo ya lo conocía, así que él me dijo que quería que estuviera en su equipo y yo súper contenta porque me abrieron las puertas y fue en el equipo que amo”, añadió en entrevista para el club.

Daniela cuenta con una amplia trayectoria en el balompié, incluso a nivel Selección, puesto que la habilidad que posee no es coincidencia, ya que su amor por el futbol llegó desde los seis años.

“Desde chiquita empecé a jugar por mi papá, que en ese entonces jugaba y lo acompañaba a sus partidos, ese es el primer encuentro que tuve con el balón. Me acuerdo mucho que en el medio tiempo yo me metía a jugar en la cancha aprovechaba que había un balón y un lugar”, señaló.

Por otro lado, se dijo dichosa de no sufrir de bullying cuando jugaba en equipos de puros niños.

“Soy de Baja California Sur, estoy muy orgullosa de mis raíces ahí me hice una futbolista, primero jugaba futbol rápido porque no hay muchos equipos de soccer y como la mayoría de mis compañeras empecé a jugar con niños, me acuerdo mucho de mi equipo porque cuando jugábamos de los dos equipos, en donde estaba y con el que nos enfrentábamos yo era la única niña, me cuidaban y me apoyaban mucho, así que creo que fui afortunada de ser esa niña que pudo disfrutar del deporte que más le gustaba sin bullying”, mencionó.

Pese a que las azulcremas cambiaron de sede y juegan en la cancha centenario de Coapa, Espinosa no olvida la primer vez que jugó en el monumental Coloso de Santa Úrsula.

“Cuando tuvimos el primer partido en el Estadio Azteca no me la creía. Yo fui hace un tiempo a conocerlo como aficionada, fui con mi papá al tour que dan, conocimos vestidores y la cancha de afuera y me acuerdo mucho de ese momento porque nos dijeron que no podíamos tocar el pasto, entonces cuando llegué y pude pisarlo y jugar ahí fue una emoción muy grande y cada semana el estar en el Azteca era como la primera vez como ese día que no me dejaron tocar el pasto”, dijo.

Si bien Daniela es de las pocas jugadoras que atravesaron todo el proceso de Selección Nacional para llegar a la mayor, ella no lo olvida: “Es un orgullo portar la camiseta, representar a mi país, a todas las jugadoras de México, que yo sé cualquiera quisiera estar en este lugar, pero también sé que me ha costado mucho, han sido varios sacrificios, pero estoy contenta de participar en este deporte que me ha dado muchas cosas, también de tener esa oportunidad de estar en cancha y enfrentándome a otros países.

Que se dé esta oportunidad desde mis 15 años, han sido 5 años muy padres porque he tenido todos los procesos con Selección”, concluyó. / Ivonne Almaraz.