Foto: Reuters

Mike Tyson sostuvo una amena plática con Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, a través de la serie WBC Talks, que en su Round 18 presentó lo que esa entidad llamó “un épico uno a uno”, con el histórico campeón universal de peso completo que alguna vez llegó a unificar los títulos de la llamada división máxima del pugilismo.

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La charla a través de Facbook fue matizada con la exhibición de fotografías en las que Tyson hace lo que se llama vida social. En ellas, aparece junto a “Mantequilla” Nápoles y Julio César Chávez, así como al lado de su protector y primer maestro, el entrenador Cus D’Amato, además de otras gráficas con Mauricio y su padre, don José Sulaimán.

Mike señaló: “Desde que yo era un niño, Cus Damato me dijo que ‘Mantequilla’ era una una enciclopedia boxística, más suave que la mantequilla en su boxeo. D’Amato me platicaba Carlos Ortiz, el campeón ligero, nunca quiso darle la oportunidad y tuvo que moverse a welter. Siempre quise ser como él, un gran campeón”.

Al pedirle mencionar a sus boxeadores favoritos, “Iron Mike” citó a Muhammad Alí, Roberto “Mano de Piedra” Durán, “Mantequilla” y Julio César Chávez.

Sobrevino entonces la anécdota de aquella noche cuando Chávez derrotó al boricua Edwin Rosario para convertirse en monarca del mundo de peso liviano por la WBA y circunstancialmente Mike estaba en la esquina del isleño. “¡Qué peleador era Julio César Chávez!”, exclamó Tyson, y agregó que hasta ahora en Estados Unidos no se le ha dado al gran campeón mexicano el crédito que merece.

“Fue cuando Chávez nació realmente”, asentó Mauricio, y es que a continuación Julio venció a su coterráneo sonorense José Luis “Zurdo” Ramírez para destronarlo como rey ligero del WBC.

Sulaimán Saldívar le manifestó a Mike su admiración como boxeador y como persona que se repone de todas las adversidades.

El directivo le resaltó a Mike que su primer viaje a Las Vegas fue precisamente cuando él se convirtió en el monarca mundial más joven de todos los tiempos en peso pesado al propinar un espectacular nocaut en dos asaltos al jamaicano-canadiense Trevo Berbick.

Se trató de una conversación plagada de vivencias. Tyson confirmó que las palomas son sus mascotas favoritas y evocó su primer pleito callejero, porque un joven, vecino de él, mató a una ellas. También se rememoró cuando, al asistir a la Convención del WBC de 1988 en la Ciudad de México, Mike, junto con Muhammad Alí, Durán, Chávez y otras estrellas de aquel tiempo, le echaron porras al chofer del autobús que los llevaba al restaurante Arroyo junto al promotor Don King y don José Sulaimán, después de que chocó con un taxista y se trenzaron a golpes, con victoria para el conductor de los campeones… que resultó ex boxeador.

Tyson puntualizó que su pelicula favorita de boxeo es Raging Bull, protagonizada por Robert DeNiro, y que para su tatuaje en la cara se inspiró en guerreros de Australia, al tiempo que confesó que le gustaría tatuarse “del pecho hasta los pies”.

El que fuera llamado “el hombre más malo del mundo” reveló su fe en Dios para salir todos avantes de la actual pandemia que flagela a la humanidad.