Foto: Reuters

Hay artistas que tardan semanas, incluso meses en que la inspiración les permita plasmar su arte en un óleo, en una escultura o en una lírica. Sin embargo, hay otros, como Leo Messi que en un abrir y cerrar de ojos convierten una cancha y un balón en una pieza digna de los museos más reconocidos del mundo.

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Este sábado se cumplen 13 años de una de las mejores, o posiblemente, la mejor pincelada del astro del Barcelona, quien en una expresión de 12 segundos emuló a su compatriota Diego Armando Maradona (vs Inglaterra en el Mundial de 1986) y se llevó las palmas del mundo entero.

El 18 de abril del 2007, el Barcelona derrotó 5-2 al Getafe en la ida de las semifinales de la Copa del Rey. Corría el minuto 28 de la primera mitad cuando Leo recibió un pase de Xavi en medio campo, controló el balón y con un par de ‘túneles’ se sacó a dos adversarios de enfrente. Avanzó con el balón pegado al pie poco más de 50 metros, carrera donde los adversario madrileños lo veía como simples espectadores, en los linderos del área se deshizo de Alexis y Belenguer; al portero Luis García lo dejó en ridículo con un amague. Ante el arco vacío, Messi definió de derecha y corrió al ‘corner’ a plasmar la firma de su ‘obra’.

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Los tantos de Xavi, un segundo de Messi, uno más de Gudjohnsen y otro de Eto’o sentenciaron la goleada culé en la Copa del Rey.