¿CUÁNDO fue la última vez que el filipino Manny Pacquiao “se puso a la disposición” del estadounidense Floyd Mayweather para, por fin, concretar un multimillonario combate entre ambos?
La última vez que lo había hecho fue en la víspera de Año Nuevo 2015.
Mientras tanto, Mayweather se burla de él, como cuando Pacquiao tuvo supuestos problemas con el fisco de su país y Floyd lo calificó como “un peleador en quiebra, con urgencia de cobrar una gran bolsa para saldar sus deudas”.
Otra de tantas ocasiones fue el 12 de abril de 2014. Tan pronto tomó venganza de Timothy Bradley para recobrar el cinto welter de la WBO que el estadounidense le había quitado en una controversial decisión dos años antes, Pacquiao manifestó: “Es difícil hablar de la pelea con Mayweather. ¿Cuántos años llevamos hablando de ella y no se ha celebrado? Como he dicho, mi línea está abierta las 24 horas, siete días a la semana”. De eso, ya va a pasar un año.

COTTO, KHAN…
Como dueño total de la situación, Mayweather deja que se especule que podría medirse con Miguel Cotto el próximo 2 de mayo o también que optará por hacer caso al reto sempiterno de Amir Khan. Las condiciones de 60-40 a favor de Floyd en cuanto a la división de ganancias, como mencionó Bob Arum, promotor de Pacquiao, no parecen ser suficientes.
Dicen que para que haya amor, se necesita el “sí” de las dos partes, y hasta el momento Mayweather mantiene su desdén a las propuestas del asiático.
Mientras tanto, “el mundo se vuelve loco” e inunda las redes sociales para instarlo a “no defraudar a la historia” y dar el “sí” definitivo. Eso solamente hiperboliza el ego de Mayweather.
Óscar de la Hoya, quien protagonizó contra Mayweather la pelea más rica de todos los tiempos fuera de peso completo, se involucró en esta “moda” de declaraciones en torno al apodado “Money”.
De la Hoya, quien “blofeó” hace pocas semanas al anunciar que estaba cerrado un duelo entre Miguel Cotto y Saúl “Canelo” Álvarez para el venidero 2 de mayo, declaró anteayer, a través de Twitter: “Me enferma del estómago que los peleadores que hoy están más arriba no peleen contra el mejor. No me sorprendería que Mayweather pelee con Cotto”.
Parece que “el remedio” sería, de pronto, “poner hielo” en el asunto y dejar que “solito” Mayweather se anime a llevar a la realidad un combate con Pacquiao, que está por cumplir seis años exactos de espera. (José Luis Camarillo)