La cuarentena hizo lo que pocas cosas pueden, ponerle un alto al deporte más hermoso del mundo. El futbol sólo sigue en diversas regiones, aunque en el continente americano, estos días se parará por completo, con el fin de la Liga de Guatemala. Para Nicolás Freire, defensor central de Pumas, no hay otra cosa en la cabeza que volver a los entrenamientos, aunque con las garantías necesarias en cuestión de salud.

“Nos alegraría volver porque es algo que comentábamos entre nosotros, extrañamos. El otro día estaban pasando partidos viejos de 2017, de 2018 y ves los partidos, te sientas y dices ‘¡’ta madre!, qué ganas de volver a jugar, de volver a tocar la pelota, qué ganas de entrenar’”, relató.

Además del balón, Freire extraña la convivencia con sus compañeros, personal del club y cuerpo técnico. Externó que poco le preocupa la situación en la que vuelvan los jugadores, sólo le preocupa volver a la normalidad.

“No piensas en cuánto me va a costar (entrenar), sino que piensas cuánto tiempo nos va a tomar volver a entrenar o no volver a jugar. Se extraña mucho el contacto, el día a día, el contacto con la pelota, el ver a tus compañeros, creo que nos pasa a todos igual”, comentó.

Ahora que no pueden ir a entrenar al recinto ubicado en Avenida Totonacas, a Nicolás se le dificulta adaptarse a la rutina dentro de cuatro paredes. Sin embargo, destacó que trata de mantenerse activo y de hacer ejercicio para no perder tanto el ritmo.

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“Sí te cuesta levantarte temprano y mirar la rutina que te toca para hacer, a veces cuesta, somos personas, a todos les cuesta no solo a los jugadores de futbol. Estar en una situación así es jodida para todos, es un trabajo, pero también es lo que anhelaste desde chiquito y te cuesta que te quiten eso, pero bueno hacemos lo posible para estar activos”, mencionó para Mediotiempo.

NO OLVIDA A HOLANDA

Otra de las cosas que añora Nicolás Freire es la actividad que tuvo por determinado tiempo dentro de la Eredivise, con el Pec Zwolle. Incluso, enfrentó a Hirving Lozano, cuando el “Chuky” portó los colores del PSV.

“A mí me ponen porque jugaba él y me fue bien, o sea los duelos individuales muy bien y ya después cuando agarraba él la pelota con mucho terreno es muy rápido, ahí sí tenía que tratar de marcarle cerca y que no me gire rápido porque si él tenía mucho espacio es muy rápido y muy hábil”, culminó.

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