POR DANIEL CHANONA
CORRESPONSAL

MADRID, España.- Se bañó en oro el estadio Santiago Bernabéu para reconocer a Cristiano Ronaldo, instantes previos al partido de vuelta de la Copa del Rey, frente al Atlético de Madrid.

El delantero portugués ofreció a la grada su tercer galardón dorado, que obtuvo de manos de Thierry Henry el pasado lunes en Zúrich, el trofeo que le reconoce como el mejor jugador del mundo. Junto a él, James Rodríguez y el afamado Puskas al mejor gol del año 2014, y los trofeos de Kroos y Ramos como integrantes del Once Mundial de FiFPro, flanqueados también por que obtuvo Cristiano.

La tribuna se les rindió a sus pies con cánticos ensordecedores y emulando el alarido de CR7 tras su discurso en la ceremonia de premiación: “¡Síiiiiii!”. Vibró el teatro de la Castellana, retumbando el orbe y al Fondo Norte, donde su juego hizo la afición del equipo “colchonero”, que no por ser menos dejaron de notarse en un encuentro por demás relevante. Enérgicos desfogues.

80 mil pancartas de color aguardaron a su exposición universal hasta saltar el Madrid a la cancha. Mosaico monumental que se hizo acompañar por los habituales tonos blanco y morado en alusión a los históricos tintes madridistas, que efusivos dibujaron mensajes de aliento para encumbrar a sus ídolos, que no echaron de menos el calor de la gente, su gente, en una noche gélida, con llovizna invernal, propia de la eufórica capital de España, cuna de uno de los derbis más afamados del planeta.