JESSE VILLALPANDO ZAMORA | El Sol de León
FOTOS: CORTESIA CLUB LEON

León, Guanajuato; 12 de Mayo del 2020.- Hace ocho años quizás se escribió el último capítulo más atractivo y glorioso de una agonizante división de ascenso.

Aquella tarde-noche del 12 de mayo de 2012 el futbol por fin le hacía justicia a uno de los clubes con mayor tradición en el país y a una de las aficiones más entregadas por sus colores. El Club León por fin estaba de vuelta en el máximo circuito, luego de una década de oscuros pasajes en ese infierno que representó la estadía en la división de plata.

La Fiera y su gente vivieron de todo en la otrora Primera “A”, desde cambios de administraciones, la grotesca toma del Estadio Sergio León Chávez previo a la final contra Irapuato en 2003, una serie de ascenso ante Dorados de Sinaloa en 2004 donde también se fracasó y en la cual se llegó a señalar que varios integrantes de aquel plantel verdiblanco se habían vendido, la invasión de cancha tras perder con Indios de Ciudad Juárez en la final de 2008 y como olvidar aquella fiesta que se armó en una casa de campo en Comanjilla y en donde los jugadores fueron exhibidos por la directiva encabezada en ese entonces por los hermanos Jacobo y Abraham Batarse.

Pero a final de cuentas, la espera valió la pena y todos los reflectores se dirigieron ese 12 de mayo de 2012 al duelo de ascenso en el Estadio Nou Camp, donde los panzas verdes culminaron un semestre de ensueño bajo las órdenes del uruguayo Gustavo Matosas dándole un auténtico baile de 5-0 a los Correcaminos de la UAT, que previamente en el choque de ida se habían impuesto 2 a 1 en Ciudad Victoria.

UN GRITO AL UNISONO

“Vamos a volver, vamos a volver a Primera, vamos a volver”, ese fue el grito de guerra adoptado por la fanaticada leonesa durante ese torneo y el que hizo retumbar cada uno de los rincones del inmueble dos veces mundialista, enclavado sobre el bulevar Adolfo López Mateos, hoy en día llamado por muchos “El Glorioso”.

La fiesta se tiñó de verde y blanco bastante rápido, aun cuando los fantasmas de las finales perdidas con anterioridad estaban rondando, sin embargo, el agónico tanto que había marcado Nacho González en el Marte R. Gómez, daba la confianza de revertir el trámite.

Correcaminos nunca llegó a la capital del calzado, los naranjas dirigidos por Nacho Rodríguez se hicieron pequeños ante tal entorno, así que al medio tiempo los goles del “Gullit” Peña, Nieves y Pacheco, tenían a León con pie y medio en la Liga MX, ya luego en la parte complementaria el doblete de Burbano le puso la cereza al pastel. La Fiera rugía como desde hace años no lo hacía y el resto es historia.

Tras el retorno del León, otros clubes como La Piedad, Leones Negros, Dorados, Necaxa, Lobos BUAP y Cafetaleros de Tapachula, también obtuvieron su cupo en el máximo circuito, pero sus respectivas finales estuvieron muy lejos de alcanzar la trascendencia de aquella histórica hazaña esmeralda; de hecho, varias de esas escuadras aun con el ascenso, ni siquiera llegaron a probar las mieles de estar en la gran vitrina del balompié mexicano.