Foto: Mexsport

Uno de los mejores momentos que el futbol le ha brindado a Jaime Lozano fue el día que un gol aparentemente irrelevante se convirtió en algo completamente significativo. Pumas perdía contra Pachuca y la diana del Jimmy no servía de nada en sus aspiraciones para clasificar, sin embargo, el festejo significó salvarle la vida a una señora, relató para ESPN el técnico de la Selección Mexicana sub-23.

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“Una cosa muy linda que me llegó a pasar en alguna ocasión, en el 2003 o 2004, teníamos que ganarle a Pachuca en CU e íbamos perdiendo creo que 2-0 o 3-0 y al final hice un gol, era un gol que para uno no tenía mucho sentido porque sabíamos que teníamos que ganar, ni siquiera el empate nos daba para aspirar a clasificar”, recordó emocionado.

“A las pocas semanas yo iba saliendo de la cantera y se acercó una familia muy humilde, la señora, el esposo y dos hijos chiquitos y me entregan un diploma con mi nombre y firmado por ellos. Entonces ella me dice ‘sí, soy la señora tal, somos la familia tal y este es un agradecimiento porque usted me salvó la vida’.

Entonces yo le dije, ‘¿cómo que yo le salvé la vida?’, y ella me dijo ‘sí, por el gol que usted le hizo al Pachuca en el minuto tal me donaron un riñón y hoy puedo contarla’”, agregó.

Lozano expresó que aquel día se conmovió casi hasta las lagrimas y en ese momento apreció el valor de llevarle alegría a muchas personas.

“En ese momento no te cambias por nadie, te das cuenta cómo el futbol es tan grato y al final te da tantas alegrías y tú le puedes llenar de alegría la vida a tanta gente. Y muchas veces no nos damos cuenta de eso, cuando estamos ahí lo único que pensamos, porque es parte del jugador y parte de ese amor propio y ese egoísmo, esa autoestima que también tenemos cuando jugamos que queremos ser los mejores y si no lo logramos es culpa de todos menos de uno”, cerró.