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17, mayo 2020 - 8:00

┃ Jorge Briones

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El 2003 abrió las puertas del cambio generacional en la NBA. Mientras Michael Jordan disputaba su última temporada como profesional con el jersey de los Wizards de Washington, desde la preparatoria llegaba la nueva figura de la liga. LeBron James se enrolaba con el equipo de su ciudad natal y empezaba a construir un legado que, de momento, ve de igual a igual a las máximas glorias en la historia de las duelas estadounidenses.

 

Ahora, 17 años después, el ‘Rey’ continuará la saga que dejó pendiente ‘Su Majestad’. Los personajes de los Looney Tunes volverán a las duelas para el segundo capítulo de una película de acción real y dibujos animados: Space Jam. En la primera serie, ‘El juego del siglo’ fue un rotundo éxito de la mano de Jordan; recaudó un total de 80 millones de dólares en Estados Unidos y 230 a nivel internacional.

 

Los basquetbolistas Charles Barkley, Patrick Ewing, Jeff Malone, Derek Harper, Jeff Malone, Alonzo Mourning, Charles Oakley, Larry Johnson, Del Harris, Antohy Miller también tuvieron su participación en el film, donde unos extraterrestres les roban sus poderes y Michael Jordan los ayuda a recuperarlos, pese a que en esos momentos sus hobbies eran jugar al golf y probarse con los Medias Blancas de Chicago, antes de volver con los Bulls de Chicago. Aunque desde finales del siglo XX se especuló con la intención de hacer Space Jam 2, con el propio ‘MJ’ como protagonista, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto y fue hasta este año, con la mudanza de LeBron a Hollywood, que se anunció el filme para el 2021.

Se ha levantado una gran expectativa y la película servirá para aumentar las comparaciones que se siguen levantando entre Michael Jordan y LeBron James, dos de los mejores basquetbolistas de la historia. Desde su primer año en los Cavaliers de Cleveland, LeBron cargó con el fantasma de Jordan en la espalda. Su andar por el ‘College’ no tuvo precedentes. Fue figura con St. Vincent-St. Mary y múltiples patrocinios le habían asegurado el futuro con grandes contratos millonarios.

 

Arribó a la NBA como la selección número uno del Draft 2003 y el resto es historia. Al igual que ‘MJ’, el originario de Akron tuvo que entender la forma en la que podía acceder al trofeo Larry O’Brien. Jordan sufrió seis fracasos antes de conquistar el título en Chicago, mientras que LeBron vio terminado su sueño durante ocho campañas antes de poder sentir la gloria, ya como miembro del Heat de Miami.

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Una de las grandes diferencias en las carreras de ambos es que Jordan no tuvo que buscar aliados para llegar a la cima. Se mantuvo en Chicago y tras la llegada de Scottie Pippen logró dominar la liga en el inicio de los 90’s. ‘Su Majestad’  jamás pensó en unirse a las otras grandes figuras, al contrario su presencia en la vereda de enfrente lo motivó a seguir mejorando.

James no siguió ese camino. El ver que el título se le negaba con Cleveland, al perder la final del 2007, buscó unir fuerzas con los otros dos talentos de su generación: Dwyane Wade y Chris Bosh. Era cuestión de tiempo para que ganaran el campeonato. El estar tres ‘All-Stars’ en la misma quinteta facilitó la tarea de un LeBron que fue objeto de las críticas. Años después entendió que la única forma de quitarse los fantasmas de Jordan era ganando con los Cavaliers y lo logró a su regreso en el 2016. Le dio el mayor éxito deportivo a su ciudad natal y emprendió otra aventura en Los Ángeles. Un título con una tercera franquicia diferente lo pondría en otro escalón, como si su nivel en estos 17 años no fuera suficiente.

La serie de Michael Jordan (The Last Dance) sirvió para que regresaran las comparaciones con LeBron James, aunque varios referentes de los 90’s como Denis Rodman le restan protagonismo a la actual figura de la NBA argumentando que su época sería “un jugador del montón”. El debate seguirá hasta que el ‘Rey’ decida ponerle punto final a su carrera, aunque todavía le faltan unos años más de dominio en la mejor liga del mundo, todo esto a la espera de que regrese la actividad del “deporte ráfaga”.

Michael no estuvo de acuerdo

 

El #23 desde un principio se opuso a la idea de que LeBron James protagonizara el segundo capítulo de Space Jam. A finales del siglo XX, Michael Jordan tenía la invitación de continuar con la saga, misma que quedó inconclusa y que años después Malcolm D. Lee buscó en la NBA un nuevo protagonista. Inmediatamente saltaron dos nombres a escena: Kobe Bryant y LeBron James.

Al propietario de los Hornets no le convencieron ninguno de los dos y se animó a proponer a otra figura de las duelas, aunque eso sí, sin tantos reflectores. Aunque en ese entonces vivía un gran momento con los Clippers, Blake Griffin jamás atrajo los reflectores de Kobe o LeBron. El ala-pívot había ganado el concurso de clavadas del Juego de Estrellas en el 2011 y poco a poco su carrera vino a la baja, con un canje a los Pistones de Detroit en medio.

Una muestra más de que a Jordan jamás le gustaron las comparaciones con el ‘Rey’.

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