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Mira

18, mayo 2020 - 8:13

┃ Rubén Rodríguez

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El deporte es sinónimo de habilidad, destreza y fuerza física, todo mezclado para conseguir la gloria en la disciplina que cada quien practique, siempre en busca de la gloria que se logra con el triunfo, pero que casi de forma natural genera grandes rivalidades en todos los ámbitos deportivos, y en este caso, la Fórmula Uno no es la excepción. En el Gran Circo se han producido grandes enfrentamientos que han trascendido a lo largo de la historia, siendo la más relevante y enconada la que protagonizaron el brasileño Ayrton Senna y el francés Alain Prost, que dio inicio a finales de la década de los 80 y siguió hasta principios de los 90.

 

Esta pugna tuvo capítulos que le dieron un giro de 360º al Gran Circo, hubo grandes polémicas en las que ambos pilotos demostraron en la pista que estaban dispuestos a todo con tal de llevarse el triunfo en cada Gran Premio, carreras en las que serían los protagonistas. Sin duda su destreza y hambre de triunfo fue el ingrediente principal para hacer de esta la mejor dupla competitiva en la historia de la Fórmula Uno. Con historias diametralmente diferentes antes de llegar a la máxima categoría del automovilismo mundial, los destinos de Senna y Prost estaban marcados para hacer historia.

 

Alain Prost llegó en 1980 a la F1 directamente a la escudería McLaren, aunque su aparición fue esporádica, ya que casi de inmediato pasó a Renault, donde militó de 1981 a 1983, ahí obtuvo sus primeros triunfos y estuvo muy cerca de hacerse del título en 1983, que a final de cuentas se lo adjudicó Nelson Piquet.

Senna, mientras tanto, llegó a la máxima categoría del automovilismo mundial en 1984, con el modesto equipo Toleman. Ese año hizo una proeza bajo la lluvia en Mónaco, adelantando a todos hasta que superó al líder… Alain Prost. Ese fue el inicio de una incansable lucha por demostrar quién era el mejor entre estos dos pilotos que llegó al clímax en 1989, y que dio paso a que se escribieran las páginas más apasionantes de la Fórmula Uno; no se vivieron más episodios por la muerte del brasileño, quien perdió la vida en en 1994 en el Gran Premio de San Marino, en la mítica curva Tamburello.

 

Tal era la competencia entre ambos, que cuando Prost decidió retirarse de la alta competencia, Senna se dio cuenta que su máxima motivación de estar en la F1 era, precisamente, vencer al francés, y aseguró que las carreras no volverían a ser lo mismo sin la presencia del aguerrido rival. Sin embargo, Ayrton doblegó su orgullo y le hizo patente su agradecimiento al francés. Prost se vio sorprendido por las manifestaciones de aprecio del brasileño tras su retiro, y el ambiente entre ambos mejoró ostensiblemente. Pero no duró mucho: tres carreras tras el retiro de Alain, y Ayrton encontró la muerte en Imola, la misma pista que detonó el conflicto entre ambos, en 1989.

Prácticamente sin darse cuenta ambos pilotos se vieron envueltos por una enemistad deportiva que daría paso a encarnizadas batallas por el triunfo, sin cargar la balanza para un solo lado, los dos protagonistas dejaron todo en la pista.

 

PROST, SUBCAMPEÓN EN 1984

Este año Alain se proclamó por segundo año subcampeón del mundo, detrás de su coequipero Niki Lauda, pero en 1985 y 1986 ganó el título con McLaren.

Pero la escudería japonesa, Honda, estaba interesada en firmar al recién llegado, Senna, y fue el mismo Alain Prost quien convenció a Ron Dennis de contratar al brasileño, ya que sería un gran aporte para el equipo.

 

POR FIN FUE CAMPEÓN

En 1985 y 1986 Prost sacó a relucir su experiencia en la categoría y ganó el título con McLaren, consolidándose como el piloto número uno del equipo y dejando una profunda huella en el equipo, su calidad dejaba claro que no tenía rival, aunque en 1987 llegó cuarto.

Ayrton mientras tanto seguía escribiendo su historia, no ponía en tela de juicio su excelsa capacidad para estar al frente de su bólido y cosechaba puntos. Sus grandes actuaciones lo llevaron a Lotus, en 1985, donde permaneció hasta 1987.

 

LLEGARON LOS CAMBIOS

Con la llegada del año 1987 se realizaron algunos cambios. Honda abastecía de motores a Lotus y Williams, pero una pelea con estos últimos los llevó a trasladar sus motores a McLaren. Los japoneses de Honda estaban interesados en tener a Senna con ellos, y el mismo Prost convenció a Ron Dennis de que fichara al brasileño, convencido de que sería un aporte al equipo para seguir en la senda de la victoria.

 

MCLAREN, DOMINADOR

En 1988 McLaren fue el auto más dominador de la historia de la F1 en relación a sus rivales. Una combinación de motor potente, un chasis legendario y dos grandes pilotos los llevó a ganar todas las carreras de la temporada, salvo Italia, donde Senna lideraba hasta dos vueltas antes de la meta: un toque con un rezagado lo dejó fuera de carrera y le dio la victoria en bandeja a la Ferrari de Gerhard Berger.

PRIMER

Ese año, 1988, Alain Prost acumuló 105 puntos y Ayrton Senna 94, pero el reglamento sólo contaba los once mejores resultados en 16 carreras, por lo que Senna se quedó con el título al sumar 90 puntos válidos contra 87 de Prost. Ese año fue relativamente tranquilo, aunque un par de veces el francés se molestó por ciertas maniobras de Ayrton.

 

SE ACENTÚA LA PUGNA

Al año siguiente, 1989, la la pugna se hace más grande. Un incidente en San Marino, donde Senna no habría respetado un acuerdo previo sobre quién llegaba en primer lugar a la primera curva, inició una escalada de conflictos que creó un ambiente horrible al interior de McLaren. Prost se sintió desplazado, ya que veía que Honda, Ron Dennis y el grueso de los mecánicos preferían a Senna.

 

EL PASE A FERRARI

Prost se muestra molesto y para descargar su furia firmó para Ferrari en 1990, a mitad de la temporada, se destapó que el favorito del equipo para el título era Senna, a pesar de que Alain iba sumando puntos en cada carrera.

En el Gran Premio de Japón se definió el campeonato, en una tórrida carrera ambos pilotos tuvieron un contacto que los dejó en medio de la pista, Senna fue ayudado por unos comisarios y dio alcance a sus adversarios, pero fue descalificado por saltarse una chicana, lo que le dio el título al francés.

 

TODO EN CALMA

Ayrton se proclama campeón de la temporada 1991, pero los dos años siguientes la rivalidad se mantuvo, pero ya sin tantas tempestades, en 1992 Prost se retira de la máxima categoría y Senna no lograba los resultados anhelados, quien se proclamó campeón en las temporadas de 1992 y 1993 fue el británico Nigel Mansell, quien se había enraizado como el piloto estelar de la escudería Williams-Renault, además de superar al brasileño ampliamente en todas la áreas.

 

EL REGRESO DE PROST

Para 1993 el francés regresa firmando con Williams, Ayrton también quería ir a Williams, pero se topó con la sorpresa que el contrato de Prost prohibía que él llegara como compañero de equipo. Prost, en tanto, aprovechó el increíble poderío del Williams-Renault para ganar su cuarto título mundial. Esa cláusula era sólo para la temporada de 1993 y al enterarse de que el brasileño había firmado con Williams, decidió retirarse definitivamente de la Fórmula 1.

Así llegó a su fin la más grande rivalidad registrada en el Gran Circo, que tuvo un final inesperado porque el francés se vio sorprendido por las manifestaciones de aprecio del brasileño tras su retiro, y el ambiente entre ambos mejoró ostensiblemente. Pero no duró mucho; tres carreras tras el retiro de Alain, Ayrton encontró la muerte en Imola, la misma pista que detonó el conflicto entre ambos en 1989. Prost fue uno de los que llevaron su ataúd cuando fue enterrado.

 

 

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