POR RUBÉN BERISTÁIN

La Máquina volvió a las andadas. Cuando parecía que Cruz Azul repuntaba en la eLiga, sumó una nueva derrota, ahora ante Querétaro, que prácticamente lo dejan sin posibilidades de luchar por un lugar en la Liguilla del Clausura 2020 virtual.
Esta vez ni el regreso de Santiago Giménez a los controles los ayudó.

El canterano cementero no pudo ante las habilidades magistrales de Areli Hernández. El defensor de los Gallos Blancos demostró una vez más que es el gamer perfecto de los queretanos y consiguió una goleada más en su historial, esta vez con un 1-5 muy doloroso para los locales.

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Un doblete de Ariel Nahuelpán, además de tantos de Enrique Triverio, Michael Pérez y Marcel Ruíz decretaron la manita. Roberto Alvarado descontó, pero sólo decoró el marcador.

El Gallo cantó a domicilio y sueñan con Liguilla, mientras que los capitalinos dijeron adiós y ni en los controles pudieron un campeonato.

EL JUEGO

Areli Hernández hizo lo que quiso en los controles. Apenas en la primera jugada que tuvo abrió el marcador. Ariel Nahuelpán mostró su mejor versión y marcó un gol de vestidor, que dejó herido a los cementeros de Santiago Giménez.

Los Gallos cantaron y bailaron a un Cruz Azul inoperante. El segundo no tardó en llegar. Una corrida estupenda de Ariel desequilibró la defensiva celeste, el delantero cedió para Michael Pérez y este fusiló a Jesús Corona, quien no pudo hacer nada.
Los amagues de Areli siguieron, ante la mirada incrédula del hijo del Chaco Giménez. Santi intentó la reacción, Elías Hernández tuvo el descuento, pero el portero Gil Alcalá impidió el tanto con una estupenda atajada.

En el complemento, los queretanos siguieron con el dominio. Enrique Triverio marcó el tercero con un disparo al ángulo, Marcel Ruíz no se quiso quedar atrás y colaboró con otro. Ariel Nahuelpán marcó su doblete instantes después y llegó a 14 anotaciones en su cuenta.

Los visitantes se relajaron con el resultado asegurado. Roberto Alvarado se encontró un balón y marcó el de la honra.

Gallos cantó y aún tiene posibilidades de fiesta grande, sólo requiere un cierre perfecto y varias combinaciones. La Máquina frenó su camino y se despidió de cualquier aspiración.

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