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Mira

28, mayo 2020 - 8:06

┃ Marysol Fragoso

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Fotos: CORTESÍA OSKAR RUIZESPARZA

Valentía, destreza, audacia, un impecable manejo del caballo, sincronización y precisión, son algunos de los atributos que deben tener las mujeres que integran una Escaramuza Charra.

 

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Al respecto, vale la pena recordar que lo largo de 1950 se formaron los primeros grupos de ocho mujeres que sobre los corceles y acompañadas con música realizaron las primeras temerarias evoluciones en los ruedos de los lienzos que albergaban las prácticas del llamado Deporte Nacional.

 

Ataviadas con llamativas vestimentas al estilo de Adelitas desde entonces cautivaron a los espectadores, al tiempo que amalgamaron aún más el núcleo familiar. Sus coreografías sobre caballos rinden homenaje a las mujeres que fueron partícipes en las batallas revolucionarias.

Dichas rutinas se componen de doce ejercicios obligatorios, como las cruces, las escaleras, las coladeras, los giros y el abanico, realizados al son de canciones tradicionales mexicanas.

 

Una de las primeras referencias documentadas que existen en torno a las mujeres que sobre los lomos de un corcel ejecutan una rutina de baile, data de alrededor del año 1800, corresponde a un grupo inglés femenil a caballo llamado March of the Hussars; en 1884 se establece el conjunto francés del Circle des Champs Elysée; en 1876, el del Corty Circus de Berlín, en Alemania, así como las cuadrillas mixtas de la policía montada en países como Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda e Inglaterra.

 

En cuanto a grupos ecuestres mexicanos, está considerado como precursor de la Escaramuza Charra a un grupo de ocho damas conocido como Mexican Señoritas que participaban en las giras que producía el Pawnw Bill Will West Show, en el año de 1887, en el que realizaban peligrosos movimientos a caballo. Existe un cartelón de la época que prueba el hecho.

 

Tras la Revolución Mexicana, esas prácticas se retomaron con mayor brío. Entonces se forman asociaciones que se establecieron en varios estados de la República Mexicana, en sus actividades participaban los socios que provenían de las haciendas ganaderas.

Estos se habían refugiado en las grandes ciudades, durante la contienda, así como charros de nuevo cuño que trataban de aprender cómo ejecutar las faenas vaquerizas contratando profesionales para ellos.

 

El 14 de septiembre de 2017, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) entregó a la Charrería el certificado como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, dentro de la misma se consideró incluida a la práctica de la Escaramuza Charra.

 

El evento se llevó a cabo en el Museo Nacional de Antropología. Aunque es un deporte ciento por ciento mexicano, actualmente existen Escaramuzas Charras en Estados Unidos y Canadá.

 

Práctica se perfecciona y evoluciona

Desde hace un par de siglos y hasta hoy en día, la actividad ha evolucionado y se perfeccionó al grado que expertos en la materia consideran que el cincuenta por ciento de las localidades vendidas en un lienzo charro durante una charreada, corresponden al público que únicamente acude a ver a las jóvenes que toman parte en la escaramuza, en el marco de un deporte que hasta hace poco fue considerado cien por ciento varonil.

 

En la actualidad, existe un campeonato de escaramuzas, el cual es sumamente disputado por cada equipo que busca demostrar sus habilidades bajo las órdenes de una capitana.

Para poder participar en competencias nacionales, las jinetes deben pertenecer a la Federación Mexicana de Charrería. Existen diversas categorías en las escaramuzas y cada cual debe apegarse a un reglamento. Es el caso de las infantiles, libre, juvenil y charras mayores.

 

En nuestro país, se cuenta con varias agrupaciones profesionales para practicar la charrería, una de estas es la Asociación Nacional de Charros, la cual, en 1925 a su primera Reina y Capitana, con el objetivo de lograr mayor presencia de la mujer en un entorno que se había caracterizado por ser totalmente masculino. El honor correspondió a Ana María Gabucio y Sánchez Mármol. Además, se estableció la primera escuela charra.

 

Por otra parte, la Asociación Metropolitana de chinas en 1933, fue integrada por las esposas, hermanas e hijas de los mismos socios y fundaron otra escuela de equitación charra. Además, surgió el grupo de Damas Charras del Círculo de Amigos de charros de la Villa Obregón, (San Ángel) que se presentaban junto con los charros, en festivales y desfiles.

 

Lograron récord Guinness

Con la participación de 129 jinetes procedentes de 16 escaramuzas del país, en septiembre de 2012, se impuso el récord Guinness al mayor número de éstas al realizar una suerte charra con duración de 10 minutos.

 

Aconteció en la Glorieta La Minerva, en Guadalajara, Jalisco, durante el Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería.

La representante y adjudicadora que mandó Guinness para dar fe del récord fue Johanna Hessling, quien junto al presidente de la Cámara de Comercio de Guadalajara, Francisco Beckmann González, autoridades locales y miles de espectadores atestiguaron la acción en directo.

 

Vestimenta llama la atención 

Una jineta de Escaramuza Charra debe utilizar: vara, sombrero, botas, espuela (izquierda), albarda (silla para montar), riendas (freno), vestido, banda, crinolina, rebozo, moño del cabello, calzonera, chapetas y aretes.

 

El uso de objetos en perforaciones en cualquier parte del cuerpo visible que no sean las orejas se sancionará con dos puntos.

La Nascar Cup, aplazada

 

El uso del vestido de escaramuza está autorizado para lo siguiente:

 

Concursos de presentación, eventos sociales, culturales y oficiales; así como calificación en competencias oficiales de escaramuzas.

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