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Mira

4, junio 2020 - 15:31

┃ Ivonne Almaraz

Toluca

Si hay algo en lo que coinciden la mayoría de las historias de las jugadoras de la Liga MX Femenil, es en el amor y la pasión por dicho deporte, aunque hay excepciones, como en el caso de Daniela Gómez, la defensa de Toluca Femenil, quien confesó que empezó a jugar a los seis años, pero entre lágrimas: “A mí de verdad no me gustaba el futbol en absoluto, lo odiaba, me ponía a llorar cuando me llevaban a entrenar, pero mi papá siempre quiso tener un hijo y pues al ser hija única cayó sobre mí, pero no tenía corazón para decir que ya no quería ir a entrenar y lo hacía de lunes a domingo, literal no había escape desde los seis años”, recordó la escarlata.

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“A mí me encantaba la gimnasia artística, yo veía las Olimpiadas y yo decía: yo quiero eso, pero al final no se hizo y terminé jugando futbol”, añadió.

Pese a la corta edad a la que inició en el futbol donde jugaba al igual que muchas con hombres, Gómez no desistió y poco a poco terminó enamorándose del esférico y el rectángulo verde: “Todas empezamos con hombres, entonces yo era la única niña que ni me gustaba y siempre estaban los comentarios, de qué hace esta niña aquí y bueno el bullying pero yo ahí seguí, poco a poco ya me empezó a gustar y fui mejorando”, señaló.

Por otro lado, la originaria de Veracruz relató el momento en el que llegó a Toluca para realizar visorias, club que le sorprendió pese a no ser el primero en su lista: “Real no era mi primera opción, se me hace muy chistoso. Yo hice una lista de varios equipos y Toluca no es como que yo tuviera algo contra ellos, pero yo decía: voy a ir pero a lo mejor estaba otro equipo arriba, por decir porque no sabía mucho honestamente y como Toluca fue de los primeros equipos en abrir sus convocatorias, entonces como mis amigos de la universidad ya sabían que me estaba preparando para hacer visorias me mandaron la del Toluca fue un día antes y dije: woow es muy rápido, pero me sentí muy comprometida, además ya había hablado con mis papás de que si me aceptaban en un club me permitieran ponerle pausa un año a mi carrera, entonces llegué y nunca me pasó por la cabeza que me iban a decir: sí ya mañana”, mencionó.

Finalmente, habló de su reto más difícil en estos tres años como jugadora profesional, donde recalcó la importancia de estudiar: “Hice visorias un 14 de febrero, en ese entonces el profe me dio la oportunidad y me dijo te quedas; eso fue un martes, el jueves me dijo: el lunes necesito que ya estés entrenado aquí, yo vivía en Xalapa estaba estudiando el quinto semestre en mi carrera y de un día para otro me cambió la vida. ¿Quién dice no? El club está padrísimo, cuando llegué todo era muy profesional y me enamoré, pero en lo personal tomar esa decisión de apartar la escuela por un momento fue duro, porque estaba pensando si debía seguir jugando o no. Ahora hago ambas cosas y creo que debe de ser vital el tener una carrera”, cerró.

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