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18, enero 2015 - 12:50

┃ María Vega

nota-box-wilder

POR JOSÉ LUIS CAMARILLO
ENVIADO ESPECIAL

LAS VEGAS, Nevada.- El mismo cuadrilátero de la Arena Grand Garden fue escenario de distintos combates de Mike Tyson, aunque aquella fuerza destructora que emergió como el rey pesado más joven de la historia, a los 20 años de edad, hizo su explosión inicial en el hotel Las Vegas Hilton, donde arrancó su reinado como monarca del WBC hasta llegar a unificar las cuatro coronas de los principales organismos, gracias a un torneo ideado por su promotor, Don King.
Tyson ya era conocido por su poder devastador y ascendió por primera vez al trono de la máxima división el 22 de noviembre de 1986 al disponer en dos asaltos del jamaicano-canadiense Trevor Berbick.
El lujoso escenario del MGM Grand se inauguró para boxeo en enero de 1994 y fue el gran JC Chávez el encargado de hacerlo.
Tyson debutó en el MGM Grand el 19 de agosto de 1995, cuando reaparecía tras pasar tres años encerrado en el Indiana Youth Center a causa la presunta -nunca comprobada- violación de Desiree Washington, una concursante de belleza, en un episodio ocurrido en Indianápolis.
El estadounidense Deontay “Bronze Bomber” Wilder, quien conquistó medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, es de un estilo muy distinto al de Tyson, cuya estatura no sobrepasa los los 1.79 metros.
Usted ya sabe que Wilder derrocó la noche del reciente sábado a Stiverne como jerarca completo del WBC, por la vía de los puntos, en una contienda con contados “chispazos” de emoción en la Arena Grand Garden, y en la que Wilder exageró sus precauciones.
Lo primero que Wilder expresó es que pelea por su hija Naieya, quien nació hace 10 años con una grave enfermedad. Deontay apuntaba hacia estrella del baloncesto o del futbol americano, ya que obtuvo una beca en la Universidad de Alabama, pero a los 19 años fue padre y dejó la universidad para entregarse al cuidado de su nena.

WILDER PIENSA
Wilder mostró que no es un peleador que se limita a ir al choque, como lo sugeriría su palmarés de 32-0, todos nocauts (18 en el primer asalto), con que llegó a su cita con Stiverne. Este peleador de Alabama que también tiene entre sus dotes “hablar mucho”, evitó el combate abierto y peleó a la distancia que le permitían sus dos metros de estatura (se dice que en realidad mide 2.01).
Stiverne tiró pocos golpes, pero ante un rival con tal poder de puños también tenía que andarse con cautela. Sus escasos intentos de lanzarse con todo al frente terminaron con sus disparos “pegándole al vacío”.
El “Bombardero de Bronce”, de 29 años, marcó 219 libras el viernes, lo que le dio mayor velocidad contra Stiverne, de 36 años, cuya cintura exhibía tejido adiposo.
Stiverne se había coronado a costa de vencer al californiano de origen mexicano Chris “Pesadilla” Arreola, que un intento previo por la gran corona terminó noqueado por Vitali Klitschko.
Hay quienes afirman que Wilder tendría muchísimas dificultades si al ucraniano Vitali Klitschko, quien mide 2.04 metros, se le ocurriera regresar, aunque habría que tomar en cuenta la inactividad del europeo y sus 43 años de edad.
También falta saber lo que haría Wilder contra Wladimir Klitschko, de 38 años, que está apropiado de los cintos pesados de la WBA, la IBF y la WBO. Wladimir se presentará próximamente en Nueva York.
A preguntas de la prensa, Wilder aclaró que todavía no se muestra al cien por ciento y se manifestó orgulloso “de regresar al cetro mundial a Estados Unidos”; asimismo, se dijo en disposición de enfrentarse al invicto británico Tyson Fury o Wladimir Klitschko.
Wilder deja a Golden Boy Promotions, la empresa que lo llevó hasta donde se encuentra, para sumarse al equipo de ese intrigante personaje llamado Al Haymon. (Foto: Tom Hogan/Hoganphotos/Golden Boy Promotions)