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17, junio 2020 - 8:03

┃ EFE

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Foto: EFE

El 23 de agosto de 2019 el mexicano Hirving Lozano, de 24 años de edad, se convirtió en el fichaje más caro de la historia del Napoli, al pagar 42 millones de euros por él, por encima del argentino Gonzalo Higuaín, quien en 2013 llegó al club italiano, procedente del Real Madrid, a cambio de 37 millones de euros.

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Lozano debutó con gol frente a la Juventus en el Allianz Stadium de Turín, pero, nueve meses después, se ha quedado al margen del proyecto del técnico Gennaro Gattuso.

Lozano llegó al Napoli tras lucirse durante dos años en el PSV Eindhoven, pero desde la llegada de Gattuso, en diciembre, en sustitución de Carlo Ancelotti, apenas ha acumulado 140 minutos sobre el terreno de juego, al jugar seis de los 16 partidos que ha disputado su equipo. Ídolo en México, pero prácticamente desterrado en el club napolitano.

El sábado vio desde el banco de suplentes como su equipo eliminó al Inter de Milán y se clasificó a la final de la Copa de Italia, en la que los medios italianos están convencidos de que tampoco tendrá protagonismo.

Según trascendió el lunes, Gattuso se molestó ante la supuesta poca determinación mostrada por Lozano, por lo que le pidió retirarse del entrenamiento. Decisión fuerte, que coloca al Chucky cada vez más al margen del proyecto del cuadro napolitano.

Ancelotti apreciaba su polivalencia táctica y su capacidad de jugar tanto de extremo como de delantero. El técnico italiano lo consideraba fundamental para hacer a su equipo más impredecible a la ofensiva.

Con Ancelotti, Hirving jugó 17 partidos y fue titular en duelos clave, como el disputado frente a la Juventus, en el que se estrenó con gol, o los dos contra el Liverpool en la Champions League.

Además del gol a la Juventus, el mexicano también le anotó al Salzburgo y al Milán.

Sin embargo, para Lozano todo cambió tras la llegada de Gattuso, a quien el perfil del mexicano no satisface.

Al ver a su equipo conceder demasiados goles y tener poco equilibrio, Gattuso exige intenso trabajo defensivo a sus delanteros y los extremos deben dar siempre su aportación al centro del campo y a la defensiva, algo que según el estratega, Lozano no proporciona, al menos no lo suficiente.

Gattuso, quien suele explicar con honestidad sus decisiones tácticas, lo dejó claro en febrero, al comentar la exclusión de Lozano para el encuentro de Champions League contra el Barcelona.

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“Lozano es muy bueno, pero por cómo quiero jugar yo… Hablé con él, puede desempeñarse como extremo, pero ¿puede garantizarme el trabajo defensivo? Yo razono de esta forma. Sé que a nivel de negocio económico no me estoy portando bien Lozano costó mucho y juega poco, pero alineo a jugadores funcionales a mi juego. Duele ver a Lozano en la grada, pero tengo que tomar decisiones”, sentenció.