Fotos: Adid Jiménez | El Sol de Morelia

La desaparición de Monarcas Morelia no sólo dejó a la afición sin pasión y al estado sin distracción, también dejó de lado a las familias que lograban trabajar gracias al equipo. Desde camarógrafos hasta el vendedor histórico de carnitas del estadio Morelos. Ellos son los que, sin voz ni voto, sólo tuvieron que dejar de ir de un día para otro, sin saber que no iban a volver, al menos con esa faceta.

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Tal es el caso de Enrique Parra Martínez, histórico vendedor del estadio Morelos con más de 44 años de ejercer el oficio de vender carnitas dentro del inmueble. Para él, fue doloroso saber que se quedaban sin un equipo que más allá del ingreso monetario, formó parte trascendental durante casi medio centenar de años.

“Esto ya era una cosa de cada seis meses. Sabíamos que se iban a llevar al equipo, que no se apoyaba y que se moverían, pero sólo eran espantos. Esta vez todos pensamos que era la misma canción de siempre, hasta que nos enteramos que no había forma de volver”, cuenta a ESTO el histórico dueño de Carnitas Parra.

Él, desde su negocio, logró emplear hasta a 18 personas. Ahora tuvieron que tocar otras puertas que, por fortuna, les abrieron, aunque sueña con poder volver al futbol, algo a lo que estuvo ligado la mayor parte de su vida.

“Ahorita comenzamos a buscar otros rumbos. De entrada, la semana pasada probamos en un supermercado que nos abrió sus puertas para vender algunos días de la semana. Afortunadamente iniciamos bien, pero tantos años y toda la vida”, comparte.

Pero no sólo los vendedores del recinto sufren y sufrieron, sino también los comunicadores, fotógrafos y la gente que se encargaba de transmitir la pasión del Morelia desde su respectiva trinchera. Tal es el caso de Miguel Ángel García Velázquez, que desde muy niño quedó ligado de forma profesional al equipo, al estadio. Hoy, ya nada de eso queda.

“Tengo 12 años cubriendo a Morelia. Empecé muy chico, a los 14. Ahí me enseñé a trabajar en este medio y ahí aprendí todo. Desde entonces cada veranos era la misma noticia, que Monarcas se iba a otra sede, que tendría nuevos duelos. Era la misma información que trascendía cada verano”, cuenta con nostalgia el profesionista.

“Sí nos preocupamos, porque era de lo que la gran mayoría de colegas vivía, nos íbamos a quedar sin lo más importante. Hasta que se confirma la noticia. En lo personal, fue un día muy triste, porque es como si un familiar muriera. Ahí vivimos muchas cosas en lo personal y en lo profesional. Aquí me enseñé a trabajar. Salía de la Universidad y me mantuve aprendiendo. Compañeros cercanos lo tomaron a mal, seguimos en un duelo y lamentando la muerte de alguien o de algo muy especial en nuestras vidas”, añade con la voz triste, pero con el conflicto asimilado.

La mudanza de Morelia se dio en instantes, y acabó con años de historia, tradición, amigos y empleos, sin la mínima preocupación por velar por la gente que hizo de Morelia, Monarcas y el estadio Morelos, lo que fueron hasta este año.

ATLÉTICO MORELIA, SU ILUSIÓN

La noticia de que José Luis Higuera negoció una de las franquicias congeladas de la Liga MX para poder tener su equipo en la Liga de Expansión cayó de maravilla en Morelia, sobre todo tras la mudanza del equipo de sus amores y su fuente de empleo. Tras muchos años, el Atlético Morelia volvería junto con su escudo histórico, elementos con los que el verdadero aficionado se siente más identificado.

Sí, todos estamos ilusionados, incluso mi familia, porque mi equipo de trabajo eran 16 o 18 personas en el estadio, porque vendíamos en todas las localidades. Somos de futbol desde siempre y somos de aquí”, cuenta Enrique Parra Martínez, dueño del local de carnitas más famoso del estadio Morelos. “A un señor que le dicen el “Semillas” y yo, éramos los más viejos en el estadio. Acababa de cumplir 42 años de trabajar con el equipo. Era la manera de vivir de nosotros. Aunque era cada quince días, nos hacía llegar fondos para subsistir como familia”, añade.

Por otro lado, también para los comunicadores es una ilusión grandiosa, mucho más porque, aunque no es Primera División, tendrán un equipo al que cubrir y los medios necesitarán la información del día a día y la que surja con cada partido de local, al menos cada quince días.

“Sí me ha sorprendido la respuesta de la gente, porque ha sido muy positiva. Me parece que nunca hubo una buena relación con Grupo Salinas desde que le cambiaron el nombre. No había empatía por ninguno de los dos lados.

Ahora con esto que surge, es el resurgimiento de la entidad. La gente está feliz de que se pueda a retomar el nombre, el mismo logo. La respuesta es favorable y mucha gente ahora piensa que es lo mejor y están convencidos de que se puede llegar a la Primera División”, comparte Miguel Ángel García Velázquez, fotógrafo y reportero del equipo por más de 12 años.

Es cuestión de días para que se pueda hacer oficial el regreso del Atlético Morelia. Aunque no en Liga MX, pero los vendedores de siempre y los comunicadores de toda la vida podrán tener un escaparate menor, aunque más auténtico.

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