Foto: Cortesía

La esperanza del tenis mexicano tiene nombre y apellido: Rodrigo Pacheco Méndez. México está por cumplir 27 años sin un integrante dentro del top-100 en el ranking de la ATP, y los dirigentes parecen empeñados en prolongarla el mayor tiempo posible. En medio de la crisis que envuelve al “deporte blanco” nacional, se está desarrollando un talento que ha levantando una expectación inusual.

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En Mérida, entrenando en el Crédito Real Tennis Center y bajo las órdenes del experimentado Alain Lemaitre, un niño de 15 años sigue destacando tanto a nivel nacional como internacional.

Zurdo, delgado, espigado y con un gran revés, así describen a Rodrigo Pacheco.
“Sueño con ser un top-10 del mundo“, asegura el campeón nacional de su categoría en plática con ESTO. “Sigo muy de cerca a Rafael Nadal, es mi ídolo, es zurdo igual que yo. Siempre quiere ganar, es muy competitivo, y así me gusta ser a mí”, añade con ilusión y una risa, convencido de lo que quiere lograr en el circuito profesional.

Pacheco Méndez le tomó el gusto al tenis debido a su papá, que es un fanático y lo impulsó a practicarlo desde muy corta edad: “Desde chico iba al Club Campestre, y a los 7 años mi coach me llevó un torneo a Campeche. Iba a divertirme, pero me fue muy bien, gané muchos partidos y me empezó a gustar el tenis. Regresé a mi casa y quería meterme de lleno.

“Estoy intentando ser un tenista profesional, a eso le estoy tirando, pero hay que trabajar todos los días para conseguirlo. Siempre entreno con muchos entusiasmo para poder mejorar, esa es la clave, jamás darse por vencido”, agregó.

Rodrigo viene de ser tercer lugar en el Orange Bowl y fue invitado a participar en el torneo de los ocho mejores jugadores de su categoría a nivel mundial, teniendo que probar suerte en el extranjero por la falta de competencia en el país.

“La verdad hay muy pocos jugadores mexicanos que en verdad juegan bien al tenis. El hecho de que todos los torneos sean en altura, y a nivel profesional son a nivel del mar, eso le afecta a los jugadores. Necesitamos tener mejor pensamiento y mejor apoyo”, explicó el juvenil, quien de paso aseguró que las diferencias con los jugadores extranjeros “pasa por la actitud, son más inteligentes y no se ponen nerviosos. En el golpeo estamos parecidos”.

En casa lo apoyan

Rodrigo Pacheco creció en un seno familiar unido y que lo impulsa a cumplir con sus metas.

Sus padres –Benito Pacheco y Verónica Méndez– tratan de no presionarlo y ven de cerca el desarrollo del mejor tenista juvenil en el país, valorando el apoyo que han recibido por parte de Crédito Real Tennis Center, así como de Sergio Campos y Alain Lemaitre.

“Es un trabajo en equipo con toda la familia. Hay mucho apoyo, estamos al pendiente de su alimentación y que no falte a sus entrenamientos, todo lo que implica tener un atleta de alto rendimiento. Dentro de nuestras posibilidades lo hemos apoyado. Económicamente es muy difícil costear todos los gastos que generan las giras, pero sabemos que mientras más viaje y juegue fuera de México, será mejor para él”, profundizó Verónica.

“Va muy bien en su desarrollo como tenista, ha ido creciendo como jugador. Le falta muchísimo por aprender, pero hemos recibido gran apoyo por parte de la Academia, con Alain y Rodrigo. No sabemos si algún día llegue a cumplir sus metas, pero seguimos en la lucha”, añadió la madre del jugador.

A diferencia de lo que pasa constantemente con los padres de los grandes talentos deportivos en las diferentes disciplinas, Verónica comentó que “en este caso, él es quien nos presiona. Tiene su sueño y sólo piensa en eso. Se puso esa meta y está muy contento. Le gusta mucho la competencia, las giras, la presión, el ser disciplinado. Está en una edad difícil, pero tiene una gran mentalidad. Está muy enfocado en el tenis, es él quien nos lleva. Hasta ahorita es al revés, no lo imagino haciendo otra cosa”.

Alain Lemaitre, un mentor de categoría

No podía estar en mejores manos. Alain Lemaitre es un especialista en el desarrollo de talentos. En el pasado ya lo hizo como mentor de Santiago González -el mejor tenista mexicano de la última época- y con Bruno Echegaray, ahora intenta sacarle el máximo de su potencial a Rodrigo Pacheco.

Llevan cuatro años trabajando juntos y ha priorizado mantener fuera de los reflectores al juvenil de 15 años, consciente de lo difícil que es tener enfocado a un chico que sigue quemando etapas.

“La expectación tan alta que ha levantado se debe a que hay muy pocos jugadores mexicanos de calidad, y si sale uno como Rodrigo provoca esto. El problema es que de repente esa expectativa se puede volver presión para el mismo jugador. Por eso tratamos de protegerlo para que la gente no lo suba y de repente tenga malos momentos, y lo pisen. Hay que buscar que no se le suban los humos, eso pasa mucho en México“, comentó el reconocido entrenador en plática con el ‘Diario de los Deportistas’.

Sobre el desarrollo del meridano en el tiempo que llevan trabajando juntos, indicó: “Lo más importante fue que se empezó a trabajar con ellos a buen ritmo desde que tenían 11 años. Rodrigo venía con un entrenador español en Mérida, que le dio las bases. Es un chico que juega muy bien y desde los 12 años viajamos a Europa a medirnos, eso ha sido muy importante. Hemos venido haciéndolo constantemente.

El tenis es un maratón. Todavía falta muchísimo, pero él va muy bien. Será un zurdo que medirá arriba de 1.90 cm, así que el físico no le va a faltar”.

Alain Lemeitre, quien también entrena a su sobrino Luca, sabe que en Rodrigo tiene un gran talento que puede marcar historia en el tenis mexicano.

Destinado a meterse al top-100

En México parece prácticamente una misión imposible apoyar en el desarrollo de tenistas, al menos con la iniciativa pública.

Sergio Campos es uno de los principales organizadores de torneos profesionales en el país y quien se ha encargado de conseguir los recursos económicos para que Rodrigo Pacheco pudiera desarrollarse en competencias internacionales.

Aunque reconoce que no ha sido una tare fácil, cada vez se ha vuelto más sencilla debido a los resultados que lo han catapultado a ser uno de los mejores del mundo en su categoría: “Es un proyecto que te lleva mucho tiempo, el tratar de estar consiguiendo patrocinadores. Somos un grupo de gente que trabaja para ellos, Alain los entrena en Mérida y ellos viajan por todo el mundo”.

“Su ranking cada vez es mejor y se vuelve más fácil venderlos. Rodrigo está entre los primeros cinco del mundo y eso habla de su desarrollo. Si la lógica prevalece, con el tiempo se metería entre los primeros 100 de la ATP. Aún falta mucho por trabajar”, añadió el director del Morelos Open.

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Sergio, quien también estaba contemplado dirigir el CDMX Open, lamentó la falta de apoyos por parte de la Federación Mexicana de Tenis, al asegurar que “no tiene dinero para ayudar. Los programas federados no te ayudan en nada, está difícil conseguir apoyos por parte de ellos. Aquí no hay programas que le den seguimiento a los jugadores. Este es un proyecto a nivel probado, sabemos por dónde guiarlo. El problema es el dinero, chavos que jueguen bien al tenis hay muchos”.