POR JAVIER JUÁREZ

Italia es suelo infértil. Ese país en forma de bota no ha sido el escenario más propicio para el futbolista mexicano. Hirving Lozano es el último de la cadena, pero parece hereditario. Héctor Moreno, Carlos Salcedo, Rafael Márquez,  Miguel Layún y Pedro Pineda no tuvieron éxito.

El último de ellos atendió la llamada de ESTO, él sabe que no jugó con el Milan, que sólo entrenó al lado de Franco Baresi, Alessando Costacurta, Marco Van Basten, entre otros.

Al de Nezahualcóyotl, el Milan lo detectó durante el mundial Sub-20 en Portugal 1991. Entonces Roberto Donadoni lo llevaba a las prácticas, pero sólo eso.

“Entrené varios meses, pero me recomendaron foguearme, tenía opciones de jugar en Francia, Suiza, España y México; con 20 años de edad, opté por ir a Chivas”, relató Pineda, quien se quedó con las ganas de jugar.

“Pero lo disfruté mucho, fue una experiencia inolvidable, entrenaba con Baresi, Frank Rijkaard, Ruud Gullit… Recuerdo que Donadoni me hacía el favor de pasar por mí; el técnico era Fabio Capello, fue algo increíble convivir con ellos, un Milan de época”, continuó el ex delantero de Chivas, América, Cruz Azul y Atlante, entre otros.

Encajar en ese elenco mítico fue imposible, sin embargo, años después, ningún mexicano ha logrado triunfar en el Calcio.

“El futbol italiano es muy férreo, son muy decididos, a veces desmedidos, pero no son de mala leche. La corpulencia física es muy notable, francamente trabajan mucho todas las partes del cuerpo”, consideró.

Lo físico puede ser. Todos los que han ido, a excepción de Carlos Salcedo, no se destacan por su corpulencia.

En el caso actual, el Chucky Lozano mide 1, 74 centímetros y pesa 70 kilogramos: muy liviano para encarar a los robles italianos: “Hirving no es corpulento, no es alto, pero es habilidoso, ojalá le meta a los fierros y se ponga más fuerte porque he visto que me lo botan feo”, sonrió Pedro.

Lozano no tiene músculos de acero, pero cuenta con armas para destacar, aunque en viene otro obstáculo: el director técnico.

“A Hirving lo pide Carlo Ancelotti, que por cierto fue mi compañero en el Milan. El Chucky empieza a jugar, hace gol en su debut, se empieza a soltar, pero llegó Gennaro Gattuso y su participación vino a menos”, dijo.

Pedro recordó algo que él vivió: “A mí me pasó algo parecido en América; Ricardo La Volpe me llevó, estaba Biyik, Cuauhtémoc Blanco, Zague… Pero cuando se va y llega un yugoslavo, Mirko Jozić, él trajo a su gente y me tocó comer banca, eso no nos gusta”, relató.

Pineda sabe lo que es desesperarse, pero le recomendó  a Hirving ser paciente.

“La banca nos duele, pero la mejor forma de hablar es hacer las cosas bien cuanto te metan, sean 10, 15 o 45 minutos, hacerte notar para que el entrenador te vea, ponerlo a dudar de cara al siguiente partido. Lozano lo puede hacer”, aseguró.

Pedro le tiene fe a Hirving: “Desde que el Chucky debutó en un partido contra América, dije que ese muchacho tenía algo. No me equivoqué, ha metido goles en Pachuca y PSV Eindhoven; es campeón de la Copa de Italia, de la Liga holandesa, de la Liga MX, y no cualquiera”, dijo.

Con antecedentes poco relevantes, el posible fichaje de Raúl Jiménez a la Juventus parece peligroso, pero Pineda lo ve diferente.

“Raúl es un muchacho curtido, está para otros vuelos, él no jugaba en el Atlético de Madrid, pero no se conformó, siguió luchando y lo está haciendo bien en Inglaterra. Si llega a Italia puede enfrentarse a grandes jugadores, ser compañero de Cristiano Ronaldo y Gianluigi Buffon; si se da su traspaso, él puede ser un gran embajador mexicano en el Calcio, cambiar la historia”, afirmó.

Milán estaría interesado en ‘Chucky’ Lozano

Entonces cuál es la razón de que los mexicanos no destaquen en Italia. La anatomía, el director técnico, la fortuna o una combinación de todo. Mientras hay respuesta, Hirving Lozano sufre esa especie de maldición.

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