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4, julio 2020 - 15:36

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POR HÉCTOR REYES
FOTOS: RAMÓN ROMERO

Después de 120 días reabrió las puertas el Club Deportivo Mallorca, el más grande de Latinoamérica perteneciente a la Asociación Cristiana de Jóvenes (YMCA), con una capacidad para 8,500 usuarios, y de 30 a 40 actividades deportivas y recreativas, en el regreso a la normalidad, en la cual entrenadores, deportistas y usuarios expresaron su beneplácito aunque tendrán que seguir normas estrictas de higiene.

Desde el punto de vista económico, los clubes recibieron un impacto negativo en los números, pero con la esperanza de que con el regreso a la actividad puedan estabilizarse. En el caso de los gimnasios la perdida han sido mucho mayores, uno de los más conocidos en la capital Sport World hasta ahora arroja pérdidas por más de 400 millones de pesos.

Los clubes tienen otras condiciones ya que son instalaciones propias. En este caso, la reapertura del club Mallorca fundado en 1983 dependió de los permisos del gobierno capitalino, del IMSS y la cobertura de 78 requisitos iniciales. En esta primera fase del semáforo naranja, la afluencia permitida es del 30%.

El contador público Ernesto Gaona Sánchez, secretario general de la YMCA-México, expresó que en la corporación cuenta con 700 empleados que se multiplican por las familias que viven de ello, “entonces es una preocupación constante, no hemos despedido a una sola persona, se mantienen todos activos, seguimos pagando los salarios, impuestos y obligaciones laborales”.

La YMCA por el cierre de las 12 instalaciones a nivel nacional a consecuencia de la pandemia del COVID-19 tuvo una pérdida de 50 millones de pesos y Mallorca por el volumen de operaciones ascendió a 15 millones de pesos.

José Fernández, gerente del club Mallorca, quien tiene contacto directo con los usuarios, mencionó que existía la inquietud de los usuarios a la espera de la reapertura y “el hecho que nos catalogaran como gimnasios estaba muy lejos de la realidad, las personas disfrutan de su club que les da libertad de movimiento”, dijo.

“En este momento tenemos áreas abiertas y lugares que tengan sistemas de extracción de aire y lugares que cumplan con una ventilación por lo menos del 30% es lo que tenemos permitido, además de los diferentes protocolos de acceso y sanitización que debemos tener en todas las instalaciones, es parte fundamental de esta reapertura”, dio a conocer Fernández Herrera.

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“Es una experiencia nueva en la que hemos tenido que aprender día con día, si entre nosotros surgen cuestionamientos, los usuarios tienen más preguntas, más dudas, más temores, entonces nosotros tenemos que darles la confianza de que están llegando a un lugar libre de contagio y que tengan la seguridad de que van a estar bien”, expresó finalmente el directivo.

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ADECUAR MEDIDAS SANITARIAS, EL NUEVO RETO PARA EL DEPORTE

Los entrenadores Ricardo Marmolejo y Carlos Galina que impulsan los programas de natación y racquetbol de la YMCA, además de seguir los protocolos del gobierno de la Ciudad de México, se apoyaron en las normas establecidas por las Federaciones Internacionales; en tanto, para los deportistas que dirigen el regreso es un motivo de felicidad, después de los entrenamientos en línea.

Ricardo Marmolejo, además de ser coordinador técnico de natación en la FMN, dirige a 50 nadadores seleccionados de la YMCA, durante todo el tiempo de confinamiento se realizó actividad física en casa, pero ya reúne otras condiciones en las albercas de 25 y 50 metros que consiste en mantener las distancias cuando están parados, se forma un circuito de seis personas, 48 en toda la alberca, en una cadena que mantiene una distancia de 10 segundos entre nadadores.

“Se inactiva el virus con el cloro, eso ya está establecido, pero el acercamiento de las personas es lo que estamos previniendo; y la otra cosa, es de que no vamos a usar los vestidores, ya se bañarán en sus casas. Este protocolo es más que seguro para que los papás estén tranquilos”, expresó el entrenador que tuvo en su hija Adriana Marmolejo, una exponente olímpica.

Por su parte, Carlos Galina, ganador del Premio Nacional del Deporte por ser el entrenador que descubrió y desarrolló en la primera parte de su carrera a la jugadora de racquetbol Paola Longoria, expresó que es un deporte que requiere de mucha seguridad en cuanto a los ojos, a las manos con los guantes.

“Ahora con el cubrebocas habrá que implementar nuevas metodologías de entrenamiento, porque no puedes entrenar con un cubrebocas en su totalidad, lo tienes que traer debajo de la nariz porque sino implicaría estar a tres mil metros de altura entrenando y puede ser la muerte para ellos”, expresó Carlos Galina, sobre esta nueva realidad.
Paulina Samayoa, la nueva exponente de Galina en el racquetbol, al volver a sentir la cancha y la raqueta sintió mucha felicidad y emoción de volver a entrenar en el reencuentro con sus compañeros y la posibilidad de jugar nuevamente. También comentó que el pasar un confinamiento de cuatro meses fue duro y había que estar preparados mentalmente para tener un buen regreso.

Por su parte, Ángel Gándara durante el primer entrenamiento las raquetas no resistieron, se rompieron las cuerdas: “personas como nosotros que somos deportistas, estamos acostumbrados a que es un estilo de vida, diario entrenamos de alto rendimiento o pasatiempo, pero ha sido difícil acoplarnos a una vida sin deporte”, concluyó.