La Serie A no sólo vio cómo la Juventus se alejó de la Lazio rumbo al título, también vio a un juvenil de 18 años romper con paradigmas y marcar su primer gol en la primera división italiana, además de que su historia le dio la vuelta al mundo. Musa Juwara, delantero del Bolonia, tiene una historia de vida particular, donde sólo las ganas de sobresalir le dieron la oportunidad de patear balones en Italia.

Juwara nació en Gambia, África, en el 2001. Lo abandonaron sus padres y tuvo que buscarse la vida desde pequeño. Su pasión por el futbol lo llevó a adentrarse en un barco como inmigrante para arribar a Italia.

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Arribó a Sicilia y fue trasladado a un centro de menores sin hogar. Su vida siempre giró entorno al balón, así que sólo se cansaba día a día pateando el esférico, hasta que llamó la atención de la persona indicada.

El entrenador del club Virtus Avigliano lo acogió tras verlo jugar y, con él, ganan el torneo regular. Dicho certamen funcionó para llenarle el ojo al Chievo, ya de la Serie A. Todo estaba puesto para su transferencia, pero la federación la negó en su momento por la ausencia de sus padres; era menor de edad.

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La esposa del entrenador del Virtus, quien lo acogió para que dejara de vivir en un refugio le demostró a las autoridades que era un caso especial por lo que Jawara pudo tener su fichaje profesional.

No pasó mucho desde su debut en la Serie A cuando el Bolonia lo fichó por medio millón de euros. Ahora con 18 años, entró de cambio y le hizo su primer gol en el máximo circuito profesional ante el Inter de Milán, luego de llegar al país en un barco de inmigrantes.