Santiago Giménez aprovechó los días de asueto que les brindó Robert Dante Siboldi para comprar un boletó de avión e ir a Cancún a visitar a su papá. El Chaco, en plena práctica con el nuevo equipo de la Liga de Desarrollo, quedó sorprendido por la presencia de su hijo.

“Le caí de sorpresa, no se lo esperaba. Cuando me vio no sabía qué hacer”, contó Santiago a las redes sociales del cuadro turquesa.

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Tras saludarse, Santi describió la unión que los caracteriza: “Somos muy unidos, siempre lo estaré apoyando y él también a mí. Ni siquiera lo veo como Chaco, pero sí como Christian, como mi padre”, dijo.

Los cuestionamientos sobre ser su heredero en la Máquina aparecieron: “Obviamente es un referente de Cruz Azul, quiero seguir sus pasos, pero también escribir mi propia historia. Es un gran ejemplo, así lo demostró durante su carrera”, destacó Santiago.
El hijo del Chaco lo recalcó: “Quiero ser alguien en esta gran institución. Voy a darlo todo para lograrlo”, expresó.

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A futuro Santiago divaga con ser dirigido por su papá: “Es muy pronto para decirlo, pero sí me encantaría. Claro que me gustaría que me dirija, pero en el largo plazo”, aceptó el delantero celeste.

Tomás Giménez se refirió a Cancún como “una de las ciudades más bonitas del mundo. Es un gran comienzo para mi papá, me da mucha alegría. A la gente le deseo lo mejor, sé que van a estar apoyando. Que Dios los bendiga mucho”, mencionó Santi.

REENCUENTRO ENTRE AMIGOS

En su visita a la práctica de Cancún FC Santiago derribó más de un pájaro por tiro, el canterano cementero aprovechó su presencia para saludar a sus amigos y excompañeros: Guillermo Allison y Luciano Bocco, ambos jugadores pedidos por su papá para reforzar al equipo quintanarroense.